Columna de opinión
¿”GOLPE BLANDO”…? (1ra. Parte)
Por Rodolfo José Bernat
Existe un
sociólogo norteamericano Gene Sharp, autor del libro “De la dictadura a la
democracia”, en el cual explica el concepto que el le dio a su teoría de “Golpe
Blando”. En el mismo Sharp plantea “movilizar a la sociedad civil contra
gobiernos -que el- consideraba no democráticos, aplicando a su manera las ideas
de resistencia pasiva de Gandhi. La idea de Sharp desarrollada en su obra, es
simple: “el poder político, los gobiernos y las leyes funcionan en la medida en
que la mayoría las respeta. Si se consigue una desobediencia civil masiva,
cualquier gobierno cae.”
Puede decirse que la teoría del sociólogo norteamericano, puede
identificarse con la crisis que en 2001 atravesó la República Argentina y que
concluyo, con la renuncia del presidente Fernando De la Rúa, represión, muertos
y cinco presidentes en el término de dos semanas.
Diez años después el gobierno kirchnerista impulso “marchas y diferentes
actos, para conmemorar los 10 años de la protesta popular que dejo como saldo,
39 muertos, saqueos a decenas de supermercados y otros comercios,
lamentablemente propagados por los diferentes canales de televisión al país y
al mundo y la caída del gobierno democrático de Fernando De la Rúa, en una de
las peores crisis de la historia de nuestro país, que hundió sus instituciones,
la economía y las finanzas.
En aquella conmemoración, el jefe de Gabinete K, Juan Manuel Abal Medina
manifestó: “Esto nunca mas puede pasar en el país”, mientras recorría la
impactante muestra fotográfica montada desde el Estado, con importantes
imágenes de gran tamaño de aquellas jornadas del estallido social y de la
represión policial.
Lo que no se destaco en aquella conmemoración fue, que entre el 19 y 20
de diciembre de 2001, el pueblo se auto convoco y sin ningún tipo de
identificación política, se organizo en calles y plazas en asambleas populares
y salieron a las calles, haciendo sonar sus cacerolas y coreando una consigna
que expresaba el hartazgo popular sobre toda la clase política y los
integrantes de los tres poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, al grito
unánime de “QUE SE VAYAN TODOS”.
Pero la voluntad y la furia popular no fue respetada y sí bastardeada. Ya
con Duhalde, como presidente provisional del país, elegido por la Asamblea
Legislativa, se organizó el último cacerolazo del histórico “QUE SE VAYAN
TODOS”, EN Plaza de Mayo, el que fue reprimido por orden del nuevo presidente a
la misma Policía Federal, que reprimió en esa misma plaza el 19 de diciembre de
2001, al mismo pueblo.
A partir del 2 de enero del 2002, nacía el “modelo” que terminaría el 10
de diciembre de 2015.
Volviendo a la actualidad, analicemos lo que publicaba el sitio web
“MERCADO”, A TRAVES DE LA “BBC MUNDO”, el día 10 de diciembre de 2015, día en
que asumió como Presidente de la República Argentina, Mauricio Macri. La nota
cuyo titulo manifiesta: “5 GRANDES PROBLEMAS ECONÓMICOS QUE DEBERÁ ENFRENTAR
MACRI, EL NUEVO PRESIDENTE DE ARGENTINA”
1.-) Inflación: Muchos políticos y analistas consideran que el sostenido
aumento de precios desde 2007, es el principal problema económico de Argentina,
debido a que afecta a todos los ciudadanos y a todos los sectores económicos,
perjudicando sobre todo a los mas pobres.
Un relevamiento de la evolución de precios entre 2003 y 2015, realizado
por el sitio de noticias Infobae, mostro que muchos alimentos aumentaron su
valor en mas del 1000 por ciento y algunos tradicionales como la carne de asado
y la yerba mate, se encarecieron en el orden de un 2000 por ciento.
Los economistas ortodoxos, atribuyen el proceso inflacionario a la
emisión de dinero por parte del gobierno kirchnerista, para cubrir el creciente
gasto público, lo que genero una masa monetaria récord en 2015, según las
cifras del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
En cambio, el gobierno que mantuvo el “gasto alto”, para fomentar el
consumo y aumento el salario mínimo en casi 3000 por ciento, para mantenerlo
por encima de la inflación, culpa a la especulación y a la difusión de
estadísticas falsas por los aumentos de precios. Para combatir el problema,
implemento un programa de precios controlados al que bautizo “Precios
cuidados”, y multo a lo consultores privados que publicaron cifras diferentes,
que las del ente de medición oficial, el
Indec, que esta intervenido por el gobierno K, desde 2007.
Según el Indec, entre 2007 y 2014, la inflación promedió el 11 por
ciento, menos de la mitad de lo que estimaron fuentes privadas: 26 por ciento.
En 2014, el gobierno acepto, implementar un nuevo sistema de medición de
precios, luego de recibir una moción de censura del FMI (Fondo Monetario
Internacional), por la credibilidad de sus cifras.
QUE PROPONE MACRI: Reducir la emisión monetaria y el gasto público, que
su equipo atribuye a “despilfarro” y “corrupción”, algo que el ex oficialismo
niega.
Uno de los gastos que buscara recortar Macri son los subsidios a la
energía, que representan una pesada carga para el Estado. Además, anunció que normalizara las estadísticas del
Indec y buscará llevar la inflación al 5 por ciento en cuatro años.
2.: EXCESO DE GASTO PÚBLICO: Argentina tuvo superávit fiscal durante los
años de gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007), pero con la llegada a la
presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, el gasto público comenzó a
crecer y desde 2009 ha habido déficit, algo que el gobierno atribuyo a la
crisis económica internacional.
El déficit creció cada año a pesar de que el gobierno aumentó la presión
monetaria hasta niveles records, por encima del 30 por ciento.
El Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa) estimo que, en
la primera mitad de 2015, el déficit fiscal ascendió al 4,2 por ciento del Producto
Interno Bruto (PIB), una cifra que aumenta al 6,2 por ciento si no se
contabilizan como ingresos las transferencias del Banco Central de la República
Argentina (BCRA) y otros organismos estatales. Según Idesa, el gasto público
tuvo un crecimiento del 39 por ciento inter anual.
La principal erogación del Estado, fueron las jubilaciones, los salarios
públicos y los subsidios sociales, tres de los gastos que más aumentó el
kirchnerismo, y que representa el 17 por ciento del “Producto Interno Bruto”
(PIB).
En 12 años en el poder, el gobierno kirchnerista incorporó a unos 2,5
millones de jubilados que no habían realizado aportes jubilatorios, casi
duplico la cantidad de empleados públicos (de 2,3 millones a 4 millones, el 10
por ciento de la población) y entregó hasta 18 millones de planes sociales a
argentinos de bajos recursos.
Otro gran gasto (4 por ciento del PIB) fueron los subsidios a la energía
y el transporte, que habían sido implementados durante la época de emergencia
económica tras la crisis de 2001, y que el gobierno mantuvo, llevando a que las
tarifas de gas y electricidad, fueran una de las más bajas del mundo.
Hasta aquí, la primer parte de una historia que estamos viviendo día a
día, los argentinos de todo el país y que un sector importante de la sociedad
que se beneficio durante 12 años de esa política, hoy insista en reivindicarla
queriendo desconocer y hasta victimizarse queriendo poner en dudas los hechos
de corrupción, que a lo largo y ancho del país, se denuncian diariamente. Aquí
no existen vencedores ni vencidos, solo existe un país que durante mucho tiempo
se enorgulleció de ser el “granero del mundo”
y de haber sido elegido por ciento de miles de inmigrantes de todo el
planeta, como una especie de “la tierra prometida”, para rehacer sus sueños,
sus familias y la esperanza de poder, volver a empezar.
Florencio Varela, 15 de mayo de 2016.-
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