sábado, 13 de abril de 2013

(Chile) "LA TRAGEDIA ARGENTINA"


Chile - La Tragedia Argentina ((Sebastian Edwards) LEERLO DESPACIO,PENSANDO,NO ENOJARNOS POR LO QUE CON RAZON DICE EL AUTOR DE LA NOTA. ES VERDAD QUE UNO SABE QUE TIENE TODA LA RAZON, PERO DUELE QUE TE LO DIGA ALGUIEN DE AFUERA. ES COMO EN LA FAMILIA,UNO SABE QUIEN ES QUIEN,PERO ES CASI INACEPTABLE QUE TE LO DIGA QUIEN NO PERTENECE A ELLA. BUENO,PENSEMOS QUE NOS LO DICEN CON SANA INTENCION Y ROGUEMOS SALGA "ALGUN"POLITICO INTEGRO EN QUIEN PODAMOS VOLCAR NUESTRAS ILUSIONES, MIENTRAS ESO OCURRE, TRATATEMOS QUE ELECCIONES MEDIANTE, ALEJEMOS TANTA "BARBARIE" COMO LOS IDENTIFICA SEBASTIAN EDWARDS DEL DIARIO CHILENO, EN LA NOTA. DIARIO LA TERCERA-CHILE LA TRAGEDIA ARGENTINA "Tanta gente civilizada gobernada por tanto político bárbaro" La Argentina, un país desperdiciado. por SEBASTIÁN EDWARDS SANTIAGO DE CHILE (La Tercera). La tragedia Argentina siempre ha sido que el todo sea menos que la suma de las partes; que tanta gente civilizada sea gobernada por tanto político bárbaro. Si el nivel de hastío sigue subiendo, y el gobierno insiste en su populismo autoritario -ambas cosas muy probables-, es posible que las fuerzas de la civilización se unan y que ejerciendo sus derechos le pongan atajo a la barbarie. La relación entre Chile y Argentina ha sido, siempre, complicada. Durante décadas los chilenos mirábamos a nuestros vecinos con una mezcla de admiración y envidia. Y no era tan sólo por la superioridad futbolística argentina. También tenía que ver con el desplante de los porteños, su arrogancia -verdadera o percibida-, sus artistas de calidad superior, sus carnes tan tiernas como sabrosas, esos chocolates suaves que se derretían en nuestras bocas, y la música maravillosa de Gardel, Soda Stereo, y Fito Páez. Cuando yo era niño, viajar a la Argentina era todo un acontecimiento. Los afortunados se preparaban durante meses, y hacían listas de las cosas que comprarían, de los lugares a los que había que ir, y de las comidas que tenían que probar. Los más osados regresaban llenos de historias inverosímiles, las que casi siempre involucraban discotecas maravillosas - como el afamado Mau Mau-, o modelos espectaculares e inalcanzables. Pero eso no era todo: como ha dicho el novelista Mauricio Electorat, cuando llegaba el verano y las playas se llenaban de transandinos, muchos de nosotros temblábamos al pensar que el argentino de rigor podía robarnos a nuestras noviecitas. En los últimos 15 a 20 años las cosas han cambiado profundamente. El complejo de inferioridad de antaño ha dado paso a una actitud de superioridad, y a un desdén que sin ser estridente, es palpable. Para la mayoría de los chilenos, Argentina ya no genera ni admiración ni envidia. Yo diría que el sentimiento mayoritario hacia la transandina república es de pena. Esa lástima o compasión que uno siente por los tíos viejos que alguna vez fueron exitosos y encantadores, pero que con el paso de los años se han transformado en seres roñosos y un poco patéticos. Prácticamente todos los días del año la prensa chilena da cuenta de un nuevo ranking que demuestra que Chile está por encima de la Argentina. Titulares a ocho columnas informan que nuestro país es menos corrupto (Transparency International), tiene mejor educación básica (prueba PISA de la OECD), da más facilidad a los emprendedores (Doing Business del Banco Mundial), y cuenta con mejores universidades (Times de Londres). Hoy en día, y con las importantes excepciones del fútbol y el cine, los chilenos miran a Argentina hacia abajo. Una mirada histórica En 1845 Domingo Faustino Sarmiento publicó su libro más importante: Civilización y Barbarie: Vida de Juan Facundo Quiroga. A la sazón, Sarmiento -quien llegaría a ser el séptimo presidente argentino- se encontraba exilado en nuestro país, donde fungía como profesor de la Universidad de Chile y director de la Escuela Normal. En esta obra, Sarmiento argumenta que el gran dilema de la Argentina era decidir entre un futuro de civilización o uno de barbarie. La primera era asociada con la ciudad -especialmente con Buenos Aires-, la cultura occidental, y las ideas republicanas. La barbarie, en contraste, era la principal característica del interior del país, y estaba encapsulada en la forma de ser de los gauchos y los indios. Mientras los civilizados tendían a asociarse entre ellos y a convivir en forma pacífica, los bárbaros vivían aislados y rechazaban las agrupaciones civiles; eran huraños, violentos, y poco respetuosos de las leyes y de los demás. En términos modernos, lo que distinguía a la civilización de la barbarie era el acervo de capital social y el nivel de confianza interpersonal. En un libro posterior -Viajes de 1849- Sarmiento profundizó estas ideas, y postuló que el sistema político y social de los Estados Unidos era la mayor expresión de lo civilizado. Al igual que a Alexis de Tocqueville -el autor de Democracia en América-, lo que más impresionó a Sarmiento sobre los EEUU fue el que las distintas comunidades se gobernaran en forma independiente, descentralizada y democrática, y que en ellas hubiera múltiples asociaciones ciudadanas que creaban un sentido de responsabilidad, propósito, y futuro. Y, claro, también le impresionó que todo eso llevara a la prosperidad y al progreso. Más de 150 años después de la publicación de Facundo el dilema entre civilización y barbarie sigue carcomiendo a la Argentina. Ahora no es, como lo percibía Sarmiento, un conflicto entre la culta población urbana y los toscos del campo. Ahora el conflicto es entre una clase política mediocre y rapaz, y el ciudadano medio que aspira a vivir en un país ordenado y predecible, donde pueda desplegar sus talentos, dar rienda suelta a su creatividad, y criar a su familia en un ambiente de mínima seguridad. Un equilibrio inestable Hace unos días le escribí a un amigo argentino que vive en Europa, y le hablé de la vigencia del dilema de Sarmiento. Me contestó de inmediato, diciéndome que temía que la barbarie llevaba todas las de ganar. Luego parafraseó a Porfirio Díaz y dijo, Pobre Argentina, tan lejos de Dios, y tan cerca del Diablo. Yo no supe a quién se refería con eso de Satanás, pero por prudencia decidí no preguntarle. Pero la verdad es que yo no estoy tan seguro de que la barbarie lleve ventaja. Más bien me parece que hay un empate; una suerte de equilibrio frágil que podría resolverse en una dirección u otra. Es verdad que la situación política es caótica y que el autoritarismo del gobierno de Doña Cristina Fernández es aterrador. También es cierto que los gobiernos K han seguido una política económica desastrosa, y que el país camina hacia adelante sólo gracias a los altísimos precios de los commodities. Argentina es el único país de la región donde hay mercado negro para el dólar, donde se falsean las estadísticas, y donde se usa un sistema burdo de prohibiciones mañosas para controlar las importaciones. La barbarie también se presenta en la inseguridad y la violencia. La vida es completamente impredecible. Nadie sabe si los vuelos van a salir el día presupuestado, o si habrá cortes de ruta, o si los sueldos y aguinaldos serán pagados en el momento convenido, o si volverán a aparecer las monedas regionales -en la provincia de Buenos Aires ya se habla del regreso de los tristemente célebres Patacones. No hay respeto por la legalidad, el estado de derecho es ignorado, y los derechos de propiedad son violados en forma repetida. Peor aún, la clase política está convencida de que existe una conspiración cósmica en contra de la Argentina. Este auge de la barbarie política se explica, en parte, por el calendario electoral. De acuerdo con la legislación actual, ninguno de los tres políticos más importantes del país -la Presidenta Fernández, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, y Mauricio Macri, el jefe del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires- pueden reelegirse. Vale decir que para seguir en política y teniendo poder tienen que buscar otro puesto o tienen que cambiar las reglas para lograr la reelección. Este es un panorama que, por definición, crea una enorme inestabilidad. *Entre tanta barbarie brilla la civilización. **Todo lo anterior es cierto. Pero también es verdad que detrás de esa barbarie política hay una nación de seres extraordinariamente civilizados, cultos, amables, creativos, llenos de bondad y sentido del humor. En una visita reciente a Buenos Aires volví a maravillarme por la calidez de la gente. Me perdí durante horas en librerías atiborradas de compradores y repletas de novedades que uno ni sueña con encontrar en Chile. Comí en restaurantes de calidad, con un nivel de servicio extraordinario. Me alojé en dos hoteles que están, sin duda, entre de los cinco mejores del continente. El profesionalismo de los que ahí trabajan contrasta con la improvisación chilena en todo lo que tenga que ver con turismo y la industria de la hospitalidad. En tan sólo dos días vi tres exposiciones maravillosas. La que más me impresionó fue una, en el Museo de Bellas Artes, sobre arte cinético argentino de los años 1960. En una muestra muy bien curada y pulcramente presentada, pude volver a constatar la originalidad de Julio Le Parc y la delicadeza de la obra de Eduardo Mac Entyre. **Pero lo que más me impresionó fue el nivel de hastío de la gente con los políticos. Taxistas, dependientes de tiendas, mozos de restaurantes –los más cultos del planeta, sin lugar a dudas-, estudiantes, y pensionados coincidieron en decir que estaban hartos con la corrupción, el desorden, y el abuso. Lo escuché en distintos barrios, y de muchísimas personas que se autodefinían como progresistas e, incluso, como peronistas. Cada vez más gente reconoce que el modelo K está agotado. Algo, dicen, tiene que pasar. * *La tragedia Argentina siempre ha sido que el todo sea menos que la suma de las partes; que tanta gente civilizada sea gobernada por tanto político bárbaro. Si el nivel de hastío sigue subiendo, y el gobierno insiste en su populismo autoritario -ambas cosas muy** **probables*-,* es posible que las fuerzas de la civilización se unan y que ejerciendo sus derechos le pongan atajo a la barbarie.* __._,_.___ . __,_._,___ © 2013 MicrosoftTérminosPrivacidadDesarrolladoresEspañol © 2013 MicrosoftTérminosPrivacidadDesarrolladoresEspañol

"EL COMANDANTE..." (Ultima parte)


Columna de opinión “EL COMANDANTE…” (Ultima parte) Por Rodolfo José Bernat “…y aparece el egoísmo/ con su afán de dar pelea/ y se suma a la mentira/ para desatar la guerra/ y al final es uno mismo/ el que ignora la conciencia/ el que avanza a contramano/ sin medir las consecuencias/ Porque soy mi propio esclavo/ cuando digo lo que pienso/ por que a veces hago daño/ cuando callo lo que siento/ y se pone cuesta arriba/ y es tan fuerte la tormenta/ que uno va quedando solo/ como un faro entre la niebla…” (Uno mismo – Jorge Rojas) El 15 de febrero de 1819, se reúne en La Angostura el Segundo Congreso Venezolano, Simón Bolívar que desde el principio de su relación con Francisco de Miranda, adhirió al proyecto de la República de Colombia que Miranda idealizara, tomando todas las posesiones españolas en América de Sur a Norte y de Este a Oeste, para unirlas en una única y poderosa República. De la cual solo no participaba el Brasil, por ser una posesión de la Corona de Portugal. La nueva situación geo-política y la declaración de Independencia de varios Estados americanos, ya no hacia posible concretar el proyecto original. Por lo cual Simón Bolívar propuso unir a Venezuela con Nueva Granada en una sola República, con el nombre de República de Colombia. Propuesta que después de largas deliberaciones, fue aprobada la creación de la nueva República, de la cual el Congreso decidió nombrar presidente a Simón Bolívar. Bolívar marcho en busca de las tropas realistas y se encontraron en Boyacá, donde se desarrollo la batalla donde las tropas patriotas, derrotaron a los españoles con lo cual, el 10 de agosto de aquel año, Simón Bolívar entro triunfante al frente de sus tropas en Bogota. El 17 de diciembre el Congreso de la Angostura, promulga la Ley Fundamental de la República de Colombia, dividiéndose el nuevo Estado en tres Departamentos: Venezuela, Cundinamarca y Quito. El general español recibe órdenes expresas de negociar con la nueva República y se firma un tratado del armisticio en Trujillo el 25 de noviembre de 1820. Roto el armisticio, Simón Bolívar se vuelve a enfrentar con las tropas españolas, el 24 de junio de 1821 en la Batalla de Carabobo derrotándolos, pero su avance hacia Quito, se vio detenido por los pastusos, que al fin capitularon ante el Ejército del Mariscal Antonio José de Sucre. La resistencia española en Venezuela, se mantuvo en Puerto Cabello, hasta que en octubre de 1823, capitularon. Bolívar impuso su Constitución monocrática en Perú, Ecuador, Bolivia, Colombia y Venezuela, con presidencia vitalicia y vice-presidente hereditario. La República de Colombia, fue una realidad aspirada por Simón Bolívar, pero idealizada y diagramada por Francisco de Miranda. Es tal vez por exceso de ambición del Libertador del Norte, que la República de Colombia tuvo una vida breve y sin gloria. Tal vez, si la entrevista San Martín – Bolívar en Guayaquil el 26 de julio de 1822, no hubiera sido interpretada por Bolívar como una confrontación entre ambos, otro podría haber sido el rumbo de la Historia. Simón Bolívar nunca acepto pares y aunque José de San Martín, le propuso ponerse bajo sus órdenes para concluir las campañas Libertadoras del Sur y el Norte, Bolívar no lo aceptó, creyó firmemente que el espacio americano, solo tenía lugar para un Libertador, él mismo. San Martín se retiro primero hacia Perú, donde renunció a todos los honores y títulos que le ofrecieron y desde allí, al auto-exilio europeo con la clara certeza del deber cumplido. Simón Bolívar que anexara obligatoriamente a la Provincia Libre de Guayaquil, asumiendo los poderes políticos y militares, comenzó a transitar el breve camino hacia la disolución de la República de Colombia. Simón Bolívar tuvo que domar a sus tenientes, combatir y vencer a sus propios compatriotas conjurados contra el y su proyecto centralista, a la vez que enfrentaba a las huestes españolas. Fundo una gran Nación, pero también la vio desmoronarse en el corto período de once años. Fueron los propios compañeros de Simón Bolívar quienes eligieron el secesionismo para enfrentar el centralismo bolivariano, desmembrando a la República de Colombia, buscando cada una de las facciones tomar para sí, la mayor presa posible, en luchas fraticidas que se llevaron la vida de miles de patriotas americanos. Fueron tres los hombres que derrotaron al Virreinato de Nueva Granada y Perú; Francisco de Miranda, Simón Bolívar y Antonio José de Sucre. Los tres fueron venezolanos y ninguno de ellos, pudo asistir a la consolidación de la República de Colombia; Francisco de Miranda que murió en 1816, prisionero en la cárcel de Cádiz, España, entregado por el propio Bolívar a los españoles, Antonio José de Sucre que fue asesinado en 1830, en Berruecos, provincia de Pasto, Colombia y Simón Bolívar. En 1830, se reúne el Congreso que por tercera vez lo elige presidente pero ante la oposición cada día más evidente de sus compatriotas que comienzan a separarse de la República de Colombia, para formar sus propias Repúblicas, resuelve renunciar. Perseguido por el atentado contra su vida en septiembre de 1828 y del cual se salvara milagrosamente, decide retirarse. Acompañado de su fiel compañera, Manuela Sáenz, parte hacia Santa Marta, un puerto de Colombia, sobre el Pacífico y es allí, donde en sus afiebrados delirios, creía estar una vez más en los Jardines de Aranjuez, que solo, pobre, enfermo y sin gloria, en la noche del 17 de diciembre de 1830, cerro para siempre sus ojos. Tenía 47 años. Y aquí volvemos al principio y se me plantea una pregunta ¿Cuántos Chávez antes de Chávez, conoció y sufrió el pueblo de Venezuela? ¿En que consistió o consiste el Proyecto Bolivariano? El 8 de mayo de 1830, Venezuela se separa de Colombia y declara su Independencia, se proclama presidente a José Antonio Páez, quién gobernó como Dictador durante 18 años. En 1848, el general José Tadeo Monegal, se libera de la tutela de Páez y asume la presidencia también como Dictador por 10 años. En 1850, es derrocado por el general Castro y estalla la guerra civil, que dura 5 años (1858-1863). El Tratado de Coche del 22 de mayo de 1863, organizó el país como una Federación compuesto por 20 Estados independientes. El primer presidente de los Estados Unidos de Venezuela, fue el general Juan Falcón, pero quien en realidad gobernó, fue su vicepresidente Antonio Guzmán Blanco y desde 1870 a 1877, lo siguió haciendo como Dictador. Si bien es cierto que en su gobierno mejoró notablemente el sistema educativo y la obra pública, su poder dictatorial fue tan duro, que solo la Iglesia Católica, se atrevió a enfrentarlo, lo que motivo por parte del gobierno, censurarla. Esta actitud dio lugar, al levantamiento popular que lo derribara en 1878. Sin embargo, en 1879 recupero el poder que ejerció hasta 1884. Su oposición a Inglaterra, por el diferendo de límites de la Guayana inglesa, lo tuvo fuera del poder un corto lapso. Lo volvió a ejercer de 1886 a 1887. Fue conocido como el “Regenerador de Venezuela”. El siglo 20, no trajo para la República un apaciguamiento de las pasiones, en 1899 se apodero del gobierno el general Cipriano Castro, quién con sus actitudes asfixiantes para con los intereses de empresas y súbditos extranjeros, agregando su negativa a pagar la deuda externa, pretendiendo desconocerla, motivo un bloqueo naval por parte de Inglaterra, Alemania e Italia y el bombardeo por parte de los sitiadores en 1902 - 1903 a algunos puertos de la República. El arbitraje del Tribunal de La Haya, logro superar el diferendo volviendo a reinar la paz. En 1908 el vicepresidente de la República, general Juan Vicente Gómez derroca a su Jefe, el general Cipriano Castro y se erige en Dictador por los siguientes 27 años. Su gobierno se extendió hasta 1935 si bien es cierto que sin abandonar el poder, en dos períodos no ejerció como “presidente”, (1915-1925) presidencia de Márquez Bustillo y (1929 – 1931) presidencia de Juan Bautista Pérez. La férrea dictadura de Gómez, favoreció el progreso del país, pero no permitió el ejercicio de las libertades civiles y políticas. Coloco a la economía venezolana sobre dos pilares, el café y el petróleo, pero la bonanza económica de que gozo el país no se encauzo desde el Estado hacia la solución de los graves problemas sociales que atravesaba el pueblo mayoritariamente. En 1935, fallece el Dictador Gómez y eso dio lugar a la anarquía con una violenta persecución hacia sus colaboradores y partidarios con el saqueo y a veces incendio de sus propiedades. El general Eleazar López Contreras, quién asumiera como presidente provisional, restablece el orden y en 1936, es elegido presidente constitucional. El 28 de abril de 1941, el Congreso nombra presidente al general Isaías Medina Angarita… y lo que continúa no es más que la repetición de hechos y consecuencias que en nada difieren de lo hasta aquí relatado. Pero aunque más no sea en apretada síntesis, por respeto hacía ustedes, no se puede dejar de mencionarlo. *1945 – golpe militar, *1948 – golpe militar, *1950 – Junta Militar y asesinato del coronel Delgado, *1952 – 1958, el coronel Marcos Pérez Jiménez, se hace proclamar presidente, gobernando como Dictador, *1953, Asamblea Constituyente y nuevo cambio de nombre para Venezuela; se le quita “Estados Unidos” y se coloca “República” en su lugar, *1958, golpe militar, asume el poder una Junta Militar, *1959, en elecciones libres es electo presidente Rómulo Betancourt. *1960 Se sanciona la Reforma Agraria en marzo de ese año y el 20 de junio del mismo año, se realiza un atentado contra la vida del presidente Betancourt planificado por el Dictador de la República Dominicana Trujillo; ruptura de un sector del Partido Acción Democrática (AD) para formar el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y luego con sectores del Partido Comunista (PC), crean las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) *1963, en elecciones libres es electo presidente de la República Raúl Leoni, para el período 1964-1969; *1967, se suspenden los derechos y garantías constitucionales; *Es electo presidente Rafael Caldera para el período 1974 – 1979; *Es electo para la presidencia Carlos Andrés Pérez, para el período 1979 – 1984; *Es electo presidente Luis Herrera Campins para el período 1984 – 1989; *Es electo presidente Jaime Lusinchi para el período 1984 – 1989; *Es electo nuevamente para presidente Carlos Andrés Pérez para el período 1989 – 1993, febrero 1992, golpe militar fallido, encabezado por el teniente coronel Hugo Chávez Frías, noviembre 1992, nuevo golpe militar sofocado durante el cual, se exhibe por televisión una proclama grabada desde la cárcel adhiriendo al alzamiento de Hugo Chávez Frías: *1993 el Congreso destituye al presidente y nombra presidente a Ramón Velazquez para el período 1993 – 1994; *es nuevamente electo presidente Rafael Caldera para el período 1994 – 1999, se dicta una amnistía para los conjurados en febrero y noviembre de 1992; *Es electo presidente Hugo Chávez Frías para el período 1999 – 2004, 11 de abril de 2002 golpe cívico-militar fracasado, Chávez es repuesto en la presidencia 48 horas después de ser desalojado de la misma. *2013, después de ser reelecto para un nuevo período presidencial, el 5 de marzo de 2013, fallece sin asumir el nuevo mandato el comandante Hugo Chávez Frías, a los 58 años; Asume la presidencia el vicepresidente Nicolás Maduro y convoca a nuevas elecciones para el 14 de abril de 2013.- ¿QUO VADIS, VENEZUELA? Fcio. Varela,13 de abril de 2013

miércoles, 10 de abril de 2013

"EL COMANDANTE..." (Parte 3ra.)


Columna de opinión “EL COMANDANTE…” (Parte 3ra.) Por Rodolfo José Bernat En la primera de esta serie de notas que he titulado “EL COMANDANTE…”, en el final de la primera deje una pequeña frase en la que fundamentaba el porqué del tema; “…no se pretende hacer apología de ningún tipo, sino solamente agregar una opinión más de alguien que cree no haber sido solo un espectador de la Historia, sino también participe.” Esto último para darle la veracidad que el tema merece, me llevo a realizar una extensa investigación periodística en busca de datos fidedignos sobre hechos, personas y fechas que grafican el tema que se desarrolla. La intención final que se persigue con esta publicación, es darle al lector los datos objetivos y precisos de la Historia, para que sea el quien finalmente, tenga los elementos necesarios para formar su propia opinión y asumir la posición que considere le corresponde. Hecha la salvedad, volvemos al tema.- El 4 de abril de 1812, se disolvió el Congreso General de Caracas y se nombra a Francisco de Miranda “Generalísimo y Director Absoluto de las Provincias Unidas de Venezuela”, y es en este punto que nos detendremos momentáneamente para conocer a este prohombre de la independencia americana. Sebastian Francisco de Miranda (28-3-1750 – 14-7-1816) nació en Caracas. Fue político, militar, diplomático, escritor e ideólogo de las independencias americanas. Fue considerado a nivel mundial “El Precursor de la Emancipación Americana”, “Primer Venezolano Universal” y el “Americano más Universal”. Participo en las luchas por la liberación e independencia de los Estados Unidos, en la Revolución Francesa, influyo sobre las independencias de hispano América, de la independencia de Venezuela, fundo y desarrollo en Londres la sociedad secreta con el nombre de “Gran Reunión Americana”. Fue el gobernante inicial de la “Primera República de Venezuela” y nominado por el Congreso “Dictador Plenipotenciario y Jefe Supremo de los Estados de Venezuela”. Combatió militarmente en África, Europa y América. Su ideal sobre la Independencia de América, influyo sobre los principales líderes de aquel momento como San Martín, O’Higgins y Bolívar, por sintetizar en estos nombres a todos los patriotas americanos. La primera República de Venezuela se perdió mas por la diferencia de criterio entre los criollos, resentimientos de castas y clases sociales y por lógica, las incursiones victoriosas del capitán de fragata del ejército realista Domingo de Monteverde en diversos puntos de la República a lo que se sumo, el desastre provocado por el terremoto de 1812. En aquel entonces, a Simón Bolívar le cabía la responsabilidad de defender la Patria desde Puerto Cabello, donde se encuentra la mayor fortaleza militar construida por los españoles en América, el castillo de San Felipe, que constaba de un formidable arsenal y una prisión, entre otras dependencias. La noche del 30 de junio de 1812, se produjo el alzamiento del subteniente republicano Francisco Fernández Vinoni, que libero y armo a los prisioneros españoles, para luchar contra las fuerzas comandadas por el coronel Simón Bolívar. Los realistas se apoderaron de la fortaleza y durante 6 días bombardearon la ciudad. Bolívar pretendió inútilmente, retomar el control de la situación que se le escurría como agua entre sus dedos y escribe varios partes al Generalísimo Miranda, el último de los cuales expresa su pesar por la pérdida de Puerto Cabello y comunica “…la Patria se ha perdido en mis manos.” Francisco de Miranda, toma conocimiento de tan irreparable pérdida el 5 de junio de 1812, durante el transcurso de la cena con sus oficiales, donde celebraban el primer Aniversario de la Independencia. Al tomar conciencia de la terrible noticia, el Generalísimo le manifiesta a su oficial Pedro Gual; “Venezuela esta herida en el corazón.” Conjuntamente con su Estado Mayor, concluyen que toda resistencia no solo sería inútil, sino que traería aparejada un alto costo en vidas humanas sin ningún provecho. Inmediatamente armó una comisión para negociar una capitulación honrosa con el Jefe realista Capitán de Fragata Domingo de Monteverde, ofreciendo la capitulación y las condiciones a pactar para hacer efectiva la misma. La respuesta no se hizo esperar, Domingo de Monteverde, luego de las consultas a sus superiores, acepto la capitulación y prometió respetar los términos de la misma y sus condiciones. La capitulación se firmó el 25 de julio de 1812 y el Generalísimo decidió retirarse y abandonar la Patria. Esta acción causó un gran enojo en Simón Bolívar y otros jefes militares. Bolívar al tomar conocimiento de los planes de Miranda de abandonar Venezuela, monto un complot en su contra. El 30 de julio de 1812, Francisco de Miranda abandonaba Caracas rumbo al Puerto de la Guaira, donde embarcaría en un navío ingles al que previamente había llegado su equipaje. Simón Bolívar junto con Miguel Peña y Manuel María de las Casas esperan y reciben a Miranda a su llegada, también lo esperaba e capitán del bergantín ingles, que si bien le comunica a Miranda que la partida tardará en realizarse entre 36 y 48 horas, lo invita de cualquier manera, a abordar el buque ya, como una medida de seguridad hacia su persona. Bolívar junto con de las Casas le piden a Miranda cenar juntos esa noche y acompañarlo por la mañana siguiente a embarcar. Miranda tranquiliza al capitán ingles quien manifiesta su desacuerdo con la decisión y se marcha con sus tres compatriotas hacia la residencia de Manuel María de las Casas, donde después de analizar la situación que llevo a la capitulación, Bolívar le comunica que “esta preso”, siendo la acusación, ”Traición a la Patria” y es encerrado en uno de los cuartos ya preparado para esa función para ser entregado horas después, a las fuerzas realistas. En su momento, Simón Bolívar en su descargo manifestó “Yo no lo arreste para servir al Rey. Sino, para castigar a un traidor.” El 27 de agosto de 1812, con un salvoconducto firmado y entregado por el Capitán de Fragata realista Domingo de Monteverde, Simón Bolívar embarca para Curazao desde donde continuaría hacia Cartagena. Francisco de Miranda fue trasladado prisionero desde La Guaira a la prisión de Puerto Cabello en enero de 2013, soportando un durísimo trato carcelario. En junio de 1813, es trasladado a otra prisión en Puerto Rico donde permanece hasta diciembre de ese mismo año y desde allí es embarcado rumbo al Penal de las Cuatro Torres del arsenal de La Carraca, Cádiz. Fue en esa prisión donde el Ilustre Americano en la madrugada del 14 de julio de 1816, a los 66 años de edad fallece en la enfermería del penal donde es enterrado en una fosa común. Sus restos a pesar de los intentos realizados, nunca pudieron ser localizados. En 1812, Simón Bolívar regresa de su exilio y declara “la guerra a muerte” a los realistas y en agosto de 1813 entra a Caracas y se proclama “Libertador”. La guerra tomo tal estado de ferocidad y los reveses de los independentistas fueron tan graves, que Bolívar fue destituido y el 7 de septiembre de ese año. Regresó al exilio, quedando tan solo un grupo de patriotas resistiendo en la Isla Margarita. En Abril de 1815, las fuerzas españolas al mando del General Pablo Morillo, recuperó la Isla y el 11 de mayo, entraba triunfante en Caracas. Simón Bolívar regreso de su exilio en Haití en mayo de 1816 y con la ayuda conseguida allá en su exilio, intento retomar Caracas, lo que no pudo lograr. Decidió entonces llevar la guerra al Orinoco y La Guayana, ocupando esas dos provincias en agosto de 1817. En 1818, durante la Campaña del Centro, que iniciara con fuerzas propias, logro convencer a José Antonio Páez que tenía bajo su mando un importantísimo contingente de llaneros, a sumarse a sus fuerzas del ejército Libertador, con lo que logró una fuerza militar de 4300 hombres y ciento de aguerridas mujeres a quienes les fueron asignadas las tareas de logística. Los datos de tan importante ejército no tardaron en llegar al Jefe realista General Pablo Morillo, quién comenzó a acreditar en la posibilidad de Bolívar, con tamaña fuerza militar, podría esta vez realizar su proyecto independentista. El 12 de febrero los temores del Jefe realista comienzan a confirmarse al ser derrotado por el ejército patriota en la Batalla de Calabozo, obligando a la dispersión y fuga de los españoles. Concluida la batalla, surgen nuevos desacuerdos y desinteligencias entre Bolívar y Páez, lo que determina a este último, a retirarse con todos sus hombres del ejército comandado por Simón Bolívar. Este hecho, que debilita numéricamente a la fuerza armada de Simón Bolívar queda en evidencia en marzo de 1818, en la Batalla de La Puerta, donde los realistas con sus fuerzas reagrupadas y refuerzos frescos derrotan a los republicanos que solo logran salvar unos 700 hombres del Batallón de Cazadores, con lo cual el Libertador se ve obligado a replegarse. El 17 de abril por la noche, un grupo de realistas acompañados por algunos traidores que compraran, entran al campamento de los independentistas con la intención de asesinar a Simón Bolívar y su Estado Mayor con un plan previamente preparado. Se dirigen directamente al lugar donde descansaban en las hamacas Simón Bolívar y sus oficiales y descargaron sobre ellos una lluvia de balas, que acaba con la vida de varios oficiales republicanos. Convencidos de haber cumplido con éxito su misión los realistas se retiran Amanecía cuando comenzó la Batalla de Rincón de los Toros, batalla que los republicanos ya tenían perdida antes de comenzar pero que igual la dieron con su Jefe al frente. Para sorpresa general, el Libertador no era un fantasma, la noche anterior Simón Bolívar en secreto había pernoctado en San José y se entero de lo sucedido por un chasqui y de incógnito regreso al campamento. Continuara. Fcio Varela, 6 de abril de 2013.-

miércoles, 3 de abril de 2013

"EL COMANDANTE..." (Parte 2)


Columna de opinión “EL COMANDANTE…” (2da. Parte) Por Rodolfo José Bernat Es imposible comentar sobre los orígenes de la República de la Gran Colombia, si en primer lugar no nos detenemos en conocer quienes fueron sus inspiradores, sobre todo, en este lado del sur de América, donde los datos que se manejan sobre sus protagonistas y el tiempo que les toco vivir esta muy fragmentada y hasta el día de hoy, de alguna manera, se siguen alimentando pasiones que ya existían bajo el dominio de España. Es necesario conocer cual era la situación social, política y económica, para alcanzar a saber en que contexto y con que motivaciones se arribo al proyecto de Independencia, que hizo surgir dos figuras preponderantes de aquel proceso; Francisco de Miranda y Simón Bolívar, dos pro-hombres de la América pos-española, con diferentes historias y también con destinos diferentes. Conocerlos un poco más nos posibilita saber como fueron los hombres para llegar a los héroes. Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios, nació en Caracas un 24 de julio de 1783. Hijo de un acaudalado hacendado Juan Vicente Bolívar y Ponte y de doña María de la Concepción Palacios y Blanco, fue el menor de los cuatro hermanos y de muy pequeños junto con ellos, se convirtieron en herederos de una importante fortuna. Simón tenía solamente 9 años en aquel momento. En principio fue su abuelo materno quien lo tomo a su cuidado y posteriormente, fue su tío Carlos Palacios quién asumió la tutoría de Simón, pero fue la negra Hipólita, su esclava y nodriza, quién debió suplir el cuidado, cariño, afecto y presencia de sus padres. Contaba Simón 15 años, cuando por intermedio de su tío Esteban quién se desempeñaba como ministro del Tribunal de la Contaduría Mayor del Reino, ante el rey Carlos IV, que fue nombrado subteniente de Milicias de Infantería de Blancos de los Valles de Aragua. Sus maestros fueron los pensadores Andrés Bello, Simón Rodríguez y Guillermo Paigron entre otros. De espíritu vivo y travieso, Simón Bolívar fue internado en casa de uno de sus maestros, Simón Rodríguez, por expresa Orden de la Real Audiencia. Sin embargo el espíritu del joven no cambió, lo que motivo que sus tíos como intento resolvieron enviarlo a España, para continuar allí, con su formación. En 1799 desembarco el joven subteniente en tierra española. La Corte lo cautivo de inmediato. Se hizo presente su presencia en los salones de lectura, tertulias y bailes del Madrid monárquico. Se deslumbro con los jardines de Aranjuez, que desde el mismo momento de conocerlos lo cautivaron profundamente. Gustaba vestir su uniforme militar y así se presentaba en los diferentes espacios de la Corte, sin prestar mayor atención a los corrillos cada vez más numerosos, que se formaban para comentar las noticias que llegaban sobre las actividade4s de Napoleón Bonaparte y sus aspiraciones. Se convirtió en habitúe de las renombradas reuniones que ofrecía el Marques de Ustáriz, con quién logro establecer una sólida amistad. Fue en una de esas reuniones que conoció a María Teresa Rodríguez del Toro, de quién se enamoro rápidamente siendo correspondido por ella. El 26 de mayo de 1802 se realizó la boda de ambos en la Corte. Inmediatamente de consumado el casamiento, la pareja decidió trasladarse y establecerse en Caracas aún bajo el dominio español, en algunas de las haciendas propiedad de Simón. En enero de 1803, María Teresa contrajo en Caracas la fiebre amarilla, inútiles fueron los esfuerzos realizados para salvarle la vida, pocos días más tarde, fallecía. Simón Bolívar se vio profundamente afectado por la muerte de su joven esposa e incapaz de seguir viviendo allí después de su desaparición física, decidió volver a España. Ya en aquel entonces Venezuela se encontraba envuelta en un estado de agitación social y política creciente, alimentada de alguna manera por las cada vez más evidentes desigualdades, a las que había que agregar las proclamas que llegaba desde los Estados Unidos del legendario caraqueño Francisco de Miranda, quien insistía en sus aspiraciones independentistas que no se agotaban solo en las proclamas, dado que denodadamente buscaba recursos y apoyos para la fuerza de invasión que estaba preparando. Simón Bolívar en su vuelta España se aboco a seguir más de cerca la epopeya de Napoleón Bonaparte a quién siempre tuviera como su referente. Se nutría con la literatura inspirada en la Revolución Francesa y los enunciados de sus pensadores. El 2 de siembre de 1804 estando en París, asistió a la coronación de Napoleón I, otorgada la dignidad Imperial por el Papa Pío VII. Esta fue tal vez una de las mayores decepciones de Simón Bolívar, ya que en Napoleón idealizara la corporización y síntesis de los ideales revolucionarios incompatibles con los valores de la monarquía. En 1810 estalló en Caracas, la famosa “revuelta caraqueña” que se convirtió en el primer eslabón de los acontecimientos que conducieron al inicio del proceso de independencia. Se creo la Junta Suprema de Venezuela y Simón Bolívar fue designado por la misma coronel de Infantería. Inmediatamente se le encomendó viajar a Londres junto con Andrés Bello y Luis López Méndez, en busca de apoyo para el nuevo gobierno Si bien Inglaterra a través de Lord Wellesley, ministro de Asuntos Exteriores, luego de varias reuniones con los americanos, decidió mantenerse neutral, Bolívar interpretó el saldo de esa gestión como una buena señal para continuar con la emancipación propuesta. Es allí donde comienza a aferrarse a las ideas y posiciones de Francisco de Miranda, ideólogo y visionario de las independencias de América y quién ya tenia diagramado un proyecto para la fundación de una gran Nación a la que se bautizaría con el nombre de “Colombia”. Bolívar hizo suyas las ideas de Miranda y le pidió que regresara a la patria para llevarlas a la práctica. Simón Bolívar regreso a Caracas con la total convicción, de cual era su misión. Francisco de Miranda no tardo en seguirlo. La figura de Francisco de Miranda entre los criollos, era la de un personaje de leyenda por el largo tiempo pasado fuera de la patria y las noticias que de él llegaban, ya participando activamente en la independencia de los Estados Unidos, o sobre su actuación durante la Revolución Francesa o incluso en el Virreinato del Río de la Plata. Muy poco conocido en su tierra físicamente, no despertaba el sentimiento de adhesión de aquellos que veían en aquellos días la posibilidad de separarse de España, , pero Simón Bolívar convencido de su proyecto, introdujo a Francisco de Miranda en la Sociedad Patriótica de Agricultura y Economía creada en 1810, donde instaron a los demás miembros a proclamar la independencia absoluta para Venezuela, pronunciándose a favor de la misma ante el Congreso Constituyente de Venezuela, reunido el 2 de marzo de 1811. Allí Simón Bolívar pronunció su primer y memorable discurso al expresar: “Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana. Vacilar es perdernos.” El 5 de julio de 1811 el Congreso Constituyente declaro la independencia de Venezuela y aprobó la Constitución Federal para los estados de Venezuela. Simón Bolívar comenzaba su marcha. Es mucha historia para tan poco papel, así que continuare el relato en la próxima columna. ¿Cuándo terminará? Quién lo sabe… Solo Dios tiene la capacidad de poner un punto final en la Historia de la humanidad.- Fcio. Varela, 1 de abril de 2013.-