Columna de opinión
“PIES DE BARRO”
Por Rodolfo José Bernat
En la “Enciclopedia de la Política”, de Rodrigo Borja, encontramos la
aserción que titula esta nota; “PIES DE BARRO”. Esta es una alocución sacada de
la Biblia, que sirve para señalar en la vida pública los falsos valores
políticos, es decir, los líderes, carentes de méritos intrínsecos. Se dice
entonces que se trata de líderes que tienen los pies de barro.
El origen de la expresión esta en el Viejo Testamento y se refiere
a la ensoñación que tuvo el rey de Babilonia, Nabucodonosor (605-562 a. de C.)
y que fue interpretada por el profeta Daniel –uno de los cuatro profetas
mayores-, a quién se le atribuía el don de la profecía. Este recordó al monarca
su sueño olvidado, cosa que ninguno de los adivinos y hechiceros de la Corte
pudo hacer, y le explico que lo que había soñado era una gran estatua con
cabeza de oro, pechos y brazos de plata, vientre y muslos de cobre, piernas de
hierro y pies de barro. Que se desintegró por la acción de una piedra que rodo
de la montaña e impacto contra sus pies.
En la profecía de Daniel, capítulo II, números 31 al 35, se
dice que: “entonces se hicieron pedazos igualmente el hierro, el barro, el
cobre, la plata el oro, y quedaron reducidos a ser como el tamo de una era en
el verano, que el viento esparce; y así no quedo nada de ellos.”
Había por lo menos secretamente, una cúpula
política-comercial, cuya pirámide estaba compuesta por Néstor Kirchner en su
cúpula, mas abajo, su íntimo amigo, Lázaro Báez y Cristina Fernández de Kirchner y algo mas
abajo el empresario Cristóbal López y Alicia Kirchner.
Con la muerte de Kirchner, su esposa ya presidente, acrecentó
su espacio de poder, acumulando el suyo
al de su esposo. Como quién poseía las
llaves del Tesoro donde se guardaba la fortuna de esa “asociación”, era Lázaro
Báez, la cara visible de esa sociedad, nada sufrió variantes, y fue Báez quien
tomo en sus manos la representación de esas fortunas, que sumadas, llegan a
cifras astronómicas.-
De allí en más, es que comienza a construirse la “ruta del
dinero” y el trabajo gigantesco para el “lavado” del mismo, para ir
legalizándolo lentamente y poder declararlo sin problemas, en los diferentes
estamentos que regulan la actividad financiera.
Pero a partir de 2012-2013, cuando en el kirchnerismo se
había “hecho carne” la perpetuidad y con ella “la suma del poder”, a través del
“modelo nacional y popular”, encabezado por los jóvenes de La Cámpora y su
inserción en todos los espacios de poder, tanto nacionales como provinciales y
municipales, se comenzó a proceder a legalizar, esas importantes fortunas, sin
antecedentes ni explicaciones.
Hasta allí, parecía inevitable que Argentina no transitara el
camino y destino de Venezuela, dado que todos los sectores del Estado dependían
directamente de la Jefa de Estado, tanto el Poder Ejecutivo, el cual
encabezaba, como el poder Legislativo
convertido en una escribanía del Ejecutivo y el Poder Judicial que salvo
honrosas excepciones de funcionarios que se negaron, a ser “mandatarios” de
Cristina Fernández de Kirchner, mientras que una gran parte del resto, obedecía
“las sugerencias” de la presidente.
Así llegamos al 2015, año en el cual se deberían celebrar
elecciones generales, a los cuales el kirchnerismo y sus aliados arribarían,
con un aparato perfectamente aceitado y
sin problemas de presupuesto para alimentarlo. Por lo tanto,
la continuidad kirchnerista estaba aparentemente asegurada. Lo único que se les
escapo de sus prolijos planes, fue el hartazgo del pueblo argentino para con
las políticas kirchneristas, que se sintetizaban en el concepto de “amigo o
enemigo”.
Así se llego, al 25 de octubre de 2015, donde el
representante K, Daniel Scioli, encabezando la fórmula del FpV junto a Zannini,
debería ganar las elecciones sin problemas y en “primera vuelta”, dando
continuidad a la “era K”. No fue así; el 36,86% de la formula K, contra el
34,33% de Mauricio Macri de CAMBIEMOS, comenzó a sembrar el pánico en las filas
kirchneristas que se negaban a aceptar la realidad, de los resultados que
inevitablemente conducían a la segunda vuelta electoral.
El 22 de noviembre de 2015, el resultado de las urnas fue
lapidario, CAMBIEMOS con el apoyo de UNA, liderado por Sergio Massa y otros
aliados, se impuso a la fórmula K con el 51,40% de los votos, contra el 48,60%
del FpV Lo que no podía suceder, estaba sucediendo y fue el comienzo de la
estampida kirchnerista. El principio del fin.
Aquella “cúpula”
política-comercial que durante 12 años detentara el poder sin límites, estallo
en mil pedazos y como en la historia “del barco que se hunde”, el concepto del
“sálvese quien pueda”, se apodero de todos sus integrantes.
Y ya, otra vez en el llano y de buenas a primera, dejaron de
conocerse. Los llamados dejaron de ser atendidos y por ende, contestados.
Lázaro Báez, el empresario santacruceño, que comenzara su
carrera como empleado bancario y que a partir de la “era K”, todo lo que su
mano tocaba se transformaba en oro, hoy vive horas críticas. Con sus empresas
sumergidas en una crisis económica irreversible, sin diálogo ni respuestas del
gobierno nacional, ni tampoco de su ex socia, Alicia Kirchner, hoy gobernadora
de Santa Cruz, que le endilga a Báez, ser el culpable de la mayoría de sus
problemas.
Miles de trabajadores que pululaban en sus empresas y que lo
admiraban, hoy también por miles, han sido despedidos, mientras la sombra de la
justicia comienza a “jaquearlo”
con diferentes causas, entre las que sobresale la de “la ruta
del dinero”.
Mientras tanto, otro de los socios de “aquella cúpula”,
Cristóbal López, llamado con razón, “el zar del juego”, quién es la cabeza
principal del poderoso “Grupo Indalo”, creciente conglomerado de compañías
vinculados con Casinos y Tragamonedas, negocios petroleros, Obras Viales e
Industriales, sectores financieros y medios de comunicación entre otros,
también se ve acorralado por las grandes sumas de dinero que adeuda al Fisco y
que cada vez lo comprometen mas por su relación en los 12 años de kirchnerismo.
Y como no podía ser de otra manera, a fines de febrero pasado, el juez federal Claudio
Bonadío, curso una citación a la ex presidente Cristina Fernández Vda. de
Kirchner, para prestar declaración indagatoria, en la causa donde el magistrado
investiga: “la venta de dólar a futuro”. Cristina Kirchner, deberá presentarse
en el juzgado del juez Bonadio, el próximo 13 de abril de 2016.
También el magistrado cito, al ex ministro de Economía Axel
Kicillof y al ex titular del Banco Central, Alejandro Vanoli, junto con otras
10 personas.
La denuncia fue presentada en noviembre de 2015, por los
diputados nacionales, Federico Pinedo y Mario Negri.
Los denunciantes afirman en su presentación “que mediante la
celebración de contratos de futuro de dólar, el Banco Central habría vendido
dólares a un precio que rondaba los 10,65 pesos por unidad, por debajo del
precio establecido en la Bolsa de Nueva York, para este tipo de contratos, (por
aquel entonces a 14,00 pesos por unidad)”.
De su extensa investigación, el juez Bonadío señala que: “de
la investigación surge que el Banco Central de la República Argentina, ha
tenido un quebranto por las posiciones vendidas a futuro de dólar en el Mercado
Rofer (mercado de futuros de la Bolsa de Rosario) en los meses de diciembre de
2015 y enero 2016.
Y el último comentario de esta nota, es la que se genero en
la noche del 30 de marzo de 2016, en el Senado de la Nación donde el
oficialismo, acompañado por 26 senadores del Frente para la Victoria,
encabezados por el titular del Bloque, Miguel Picheto, aprobó la Ley para salir
del default. La votación dio como resultado 54 votos a favor y 16 en contra.
Ante la aprobación de la Ley en senadores, el ministro de Hacienda y Finanzas,
Alfonso Prat-Gay, manifestó: “Esto había que hacerlo para empezar a crecer”.
Se puede afirmar, que la profecía de Daniel, hace 2578 años
atrás, sobre los “ídolos con pies de barro”, sigue estando vigente.
Florencio Varela, 03 de abril de 2016.-
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