martes, 16 de septiembre de 2014

"MIENTE... MIENTE...

Columna de opinión
“MIENTE… MIENTE…
Por Rodolfo José Bernat

                          …QUE ALGO QUEDARA”. Esta fue la recomendación de Joseph Goebbels, ministro de Propaganda de Adolf Hitler y que aparentemente el Jefe del Gabinete de Ministros, Jorge Capitanich, sigue al pie de la letra en cada una de sus presentaciones televisivas, cada mañana.
Esta semana, el ministro cargo duramente contra el matutino porteño “La Nación” “acusándolo” de informar sobre la pobreza en la Argentina al publicar, los resultados de la encuesta “Barómetro Social”, realizado por la Universidad Católica Argentina “U.C.A.”, que estableció que: “1.300.000 chicos del Gran Buenos Aires viven en la pobreza”. El ministro no disimulo su enojo al atacar a La Nación, manifestó: “Esta es la estrategia, difundir índices falsos desde la oposición, para desestabilizar al Gobierno Nacional.” A nadie le agrada en ningún país del mundo, que datos como estos tengan que tomar estado público, pero ¿porqué no aprovechar la capacidad y credibilidad de la Universidad Católica Argentina, para tomar este estudio como un aporte y no como lo califico el ministro?
Pero bueno, no debe extrañarnos la actitud de Capitanich. No es nueva. Se viene implementando desde el mismo momento en que se inicio “la era Kirchner” en 2003.
Ejercitemos la memoria; Néstor Kirchner no ignoraba que el 22%, logrado en la primera vuelta de las elecciones presidenciales que ganara Carlos S. Menem, se verían incrementados en la segunda vuelta no por su propia capacidad o historia, sino por el odio que Menem se había sabido ganar por su política neo-liberar, durante sus dos períodos de gobierno –de los cuales el participara como gobernador de Santa Cruz-, Menem también lo sabia y decidió no participar de la segunda vuelta donde su derrota era inevitable. Fue asi que Néstor Kirchner llego a la presidencia de la Nación, con la plena convicción, que debía revertir desde el sillón de Rivadavia aquel 22% electoral por un 55 o 60%, de apoyo popular.
Su estrategia para captar voluntades que no lo habían votado fue simple, mostro la amplitud del  proyecto que estaba ideando y comenzó a rodearse de “propios y extraños”, pero eso si,  dejando siempre muy en claro, que el único que mandaba y dirigía era el, Néstor Kirchner.
No solo lo logró sino que armo un esquema de poder, que lo sobrevivió y que continúa con más intensidad, encarnado en la hoy su viuda, Cristina Fernández, quien no solo termino de consolidar ese polo de poder, en base a “planes sociales” y reparto de dinero oficial, sino que creo una nueva categoría dentro del esquema de la sociedad argentina, especialmente entre los jóvenes: los Ni-Ni.
Cuando algunos sectores de la sociedad, -no precisamente el político, que acompaño y hasta participo, de la política kirchnerista durante gran parte de su recorrido- vislumbro la maniobra y buscaron desde algunos medios periodísticos revertir la situación, fueron acusados de vende –patrias, traidores, cipayos, etc. El latiguillo “Clarín y La Nación” mienten, el “escrache” publico a los periodistas que se negaron a sumarse a las  ala    banzas y loas al kirchnerismo, fueron víctimas de todo tipo de defenestraciones e insultos y otras medidas, que hoy ni siquiera valen la pena comentar, porque están y seguirán vivas en la memoria de todo un pueblo que convivio y convive con ellas, como también los nombres de los “bastoneros” oficiales que recibieron por parte del poder “piedra libre”,  para poner este “sello de calidad” que impuso el kirchnerismo.
Hoy por hoy, con la presidente Cristina Fernández, prácticamente con la “suma del poder”, aunque aparentemente exista una “división de los poderes”, que en la realidad nadie ignora, no pasa más  de ser una fantasía, tenemos una situación política interna que podemos sin temor a equivocarnos calificarla de “amigos”-“enemigos”, y es esta, en la Argentina de hoy, una clara división. Todo aquel que en cualquier área, no se somete a la voluntad de la presidente, automáticamente pasa a la categoría de “enemigo”, aunque anteriormente por años, estuviera colaborando con el gobierno actual y consolidando, el poder que hoy existe.
Es tan larga la lista de los que pasaran de “adictos incondicionales” a “enemigos”, que no tiene sentido recordar toda la lista, pero podemos nombrar los más conocidos, Lavagna, Righi, Bonasso, Alberto Fernández, Lostau, Redrado, Cobos, Massa, Moyano, Marco del Pont, Lorenzino, Abal Medina, Jaime, Yahuar, Garré, Ocaña, Moreno… etc.
 Toda esta situación hoy se ve claramente reflejada, en un país que atraviesa por una serie de conflictos originados por la corrupción, inseguridad, narcotráfico, inflación, depreciación monetaria, caída del salario real, jubilaciones insuficientes, merma de importaciones y exportaciones, carencia en la salud pública, cierres de fuentes de trabajo, retroceso en la educación nacional en los niveles primario, secundario y universitario. Sin embargo el gobierno en vez de reconocer los problemas y solucionarlos, los niega e insiste en la clásica política, de esconder la basura debajo de la alfombra. La cadena nacional,  que fue creada para comunicar a la población, hechos trascendentes para el país, se ha convertido en un elemento mas del aparato de propaganda oficial, donde la presidente es por lo general, única expositora, rodeada de un selecto núcleo de adictos y aplaudidores, que por lo general, se repiten en cada aparición y completan el marco en los cuales la presidente Cristina Fernández hace sus anuncios y acusaciones, pero donde los graves problemas que cotidianamente atraviesa el pueblo argentino, no merecen ni tienen espacio.
Argentina se ha convertido en el país “del vale todo”, sin seguridad interna ni externa. Hoy prácticamente no tenemos fronteras propias, donde “todo entra y sale” sin ningún problema, veamos un ejemplo concreto de esto: Recientemente fue detenido en Puerto Iguazú, cuando intentaba cruzar a Brasil una persona con un DNI de extranjero falso y cien mil euros en efectivo. Demorado por personal de Gendarmería Nacional, fue puesto a disposición del Juez correspondiente, quién ordeno tomar sus impresiones digitales. Allí, se constato y el detenido lo corroboro, ser Pantaleone Mancuso, integrante de la mafia calabresa, y que hace un tiempo atrás, escapara de una cárcel italiana de máxima seguridad, sobornando a personal de la misma. Preguntado por donde había entrado a Argentina, se negó a responder, aunque aseguro ya haber estado otras veces en el país. Lo que llama la atención dado que tiene una orden de captura internacional expedida ya hace un tiempo por la Interpol.
El avance del narcotráfico en nuestro país en los últimos años, ya no puede ocultarse.  A lo sucedido en ciudades como Rosario, Santa Fe y otras regiones del país, hay hoy que agregarles el avance en barrios de la propia Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el Barrio Illia del Bajo Flores, que esta semana se conoció en todo el país a partir de la difusión de las diferentes señales televisivas en vivo y en directo, de una acción narco. 
También en la zona sur del Conurbano bonaerense, el avance de los narcotraficantes
 sigue en aumento: Lanús, Quilmes, Florencio Varela y La Plata, lo pueden ratificar.
Señora presidente, usted el otro día manifestó públicamente que “hay radios que solo transmiten malas noticias”. El pueblo entero de la República  en algo que ya no es un pedido, sino que se transformo en clamor popular, le pide señora presidente, que le ordene al Estado que cumpla con los deberes que emanan de la Constitución Nacional, para garantizar la vida y los bienes de los ciudadanos. Usted, es la única que puede hacerlo, y no solo el país entero se lo agradecería sino que además, las radios dejarían de transmitir “malas noticias”.

Fcio. Varela, 14 de septiembre de 2014.-

        

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