sábado, 14 de mayo de 2011

Columna de opinión
PANORAMA
Por Rodolfo José Bernat


No puede afirmarse sin temor a equivocarse, que el panorama político-social tienda a estabilizarse, por el contrario, los síntomas de enfrentamientos son cada vez mas notorios y graves.
Tres fueron los hechos sobresalientes de esta semana: la insólita ocupación del Colegio Carlos Pellegrini, el desalojo de la comunidad aborigen “La Primavera” de la plazoleta de la avenida 9 de julio y el “reclamo” realizado públicamente por la presidente Cristina Fernández de Kirchner, dirigido sin nombrarlo , al Jefe de la CGT, Hugo Moyano.
La ocupación del Colegio Carlos Pellegrini ha ido tomando ribetes dignos de una novela de Franz Kafka. Hace ya más de 2 meses que este conflicto, a todas luces insólito y absurdo, que ha derivado en la “toma” del establecimiento educacional por un sector minoritario del alumnado, sus padres y el sector gremial nucleado en AGD-UBA, apoyados encima por declaraciones del mismísimo ministro de Educación, Alberto Sileoni y del senador Daniel Filmus, puede ya caracterizarse como “un golpe” contra el rector Jorge Fornasari, la mayoría de la comunidad estudiantil del Colegio y el sector gremial UTE-CTERA, opuestos al conflicto.
Por su parte la UBA, de quien depende el Carlos Pellegrini, designo como mediadora a la Secretaria Académica de la Universidad, Catalina “Cati” Nosiglia, hermana de Enrique “Coti” Nosiglia.
Aparentemente lo que la mediadora logró, es que el sector conflictivo, sea recibido por el Rectorado de la UBA, hecho que deja a las claras que la educación en nuestro país ya no interesa y que en cambio, a pasado ha ser un elemento secundario, para la formación de las nuevas generaciones. Con este tipo de acciones, se esta destruyendo la labor educacional que desde hace más de un siglo tenía el concepto de “educar al soberano” como uno de los principales pilares de la construcción republicana.
En el mes de noviembre pasado, la comunidad aborigen Qom “La Primavera”, fueron violentamente desalojados de sus tierras y sus casa incendiadas, por parte de la policía del gobernador de Formosa Gildo Insfran, quien maneja aquella provincia como un feudo y la administra al mejor estilo de los viejos “patrones de estancia”.
El enfrentamiento dejo como saldo un toba y un policía muertos. Ante la insensibilidad y falta de respuestas del gobierno formoseño, los tobas decidieron viajar a Buenos Aires, para exponer al Gobierno Nacional, lo que el gobierno provincial se niega a atender.
Llegaron días antes de la pasada Navidad y volvieron a estrellarse contra la sordera ahora, de los funcionarios nacionales. Resignados y sufridos, decidieron acampar en la plazoleta de la 9 de julio donde se alza el monumento del Quijote de la Mancha hasta que las autoridades nacionales “resuelvan recibirnos y escucharnos” declararon.
Finalmente y después de gestiones reservadas de varias celebridades y la imágenes que dieron la vuelta al mundo mostrando sus razones, el 3 de mayo fueron recibidos por el ministro del Interior Florencio Randazzo, los cacique Felix Díaz y Cristino Sanabria, a quien impusieron de sus reclamos y con quien firmaron un principio de acuerdo, de lo cual entre otros fueron testigos el Premio Nobel Pérez Esquivel y la integrante de Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora Nora Cortiñas.
Sin embargo el último día 6, muy temprano por la mañana , la comunidad aborigen “La Primavera”, fue intimada por personal policial, para inmediatamente levantar el acampe y trasladarse a Formosa. Junto con el personal policial, se hizo presente Andrés “Cuervo” Larroque uno de los referente de “La Cámpora”, quien rodeado de sus “muchachos”, patoteo a los miembros de la comunidad toba, ordenándoles se “apuraran a recoger sus cosas e irse en los micros que los esperaban” y trasladarían sin escalas a su provincia, como denunció Nora Cortiñas.
El cacique de la comunidad aborigen “La Primavera” manifestó que “el gobierno puso como condición para continuar las negociaciones, levantar el acampe”. “Nos vamos porque de no hacerlo puede peligrar el diálogo” y agregó “esta bien que el gobierno por fin nos atienda, pero no que nos imponga cosas”, refiriéndose a la nutrida presencia policial y a la prepotencia de los integrantes de “La Cámpora”, que actuaron como “fuerza de choque”, supervisando el “prolijo” y rápido desalojo y posterior traslado. Ante esto ¿no deberían intervenir el INADI y el INAI?
El 29 de abril, la CGT, con su líder a la cabeza, Hugo Moyano, -permisos municipales mediantes- llevaron a cabo en la avenida 9 de Julio un multitudinario acto político-sindical, en conmemoración del “DIA DEL TRABAJADOR”. La presidente que en los días anteriores al acto, saludaba desde los carteles de la CGT, no fue al acto, viajó al Calafate “para descansar”.
El discurso de Hugo Moyano estuvo plagado de “alabanzas” y de “exigencias indirectas” a la presidente Cristina Fernández Vda. de Kirchner. Dos fueron las más sobresalientes: “CRISTINA TIENE QUE REELEGIRSE EN LAS PROXIMAS ELECCIONES NACIONALES” y la otra “…INSISTO, LOS TRABAJADORES TENEMOS EL DERECHO A TENER CARGOS EN LAS LISTAS DE CANDIDATOS PARA LOS PROXIMOS COMICIOS”.
La presidente Cristina Fernández, mando una carta -que fue leída- y varios funcionarios de su gobierno, algunos de ellos de la primera línea del gobierno.
Una vez más quedan señales inequívocas del enfrentamiento de la presidente Cristina Fernández y el secretario general de la CGT, Hugo Moyano.
Es seguro que la estadía en el sur de la presidente, no fue de lo más placentera. El público e inconfundible propósito de Moyano, de forzar a la presidente para que anuncie su reelección lo antes posible, se a transformada en una “espada de Damocles”, permanentemente pendiente sobre la cabeza de la titular del Poder Ejecutivo.
Pero si bien por el momento la presidente continúa manteniendo el control político de la situación, hay actos que darían la impresión, que ella siente cada vez más, el peso de la presión a la cual la CGT de la mano de Hugo Moyano, la esta sometiendo.
El martes 10, desde uno de los salones de la Casa Rosada, durante el acto en que se anunció las nuevas reservas de petróleo descubiertas en Neuquén, la presidente Cristina Fernández en su discurso manifestó entre otras advertencias dirigidas sin nombrarlo a Hugo Moyano y su gente, una frase que lo dice todo: “POR MAS QUE GRITEN O POR MAS QUE AMENACEN O POR MAS QUE HAGAN COSAS, NO ME VAN A HACER CAMBIAR EL RUMBO.”
No es de extrañar que conviviendo con estas presiones, Cristina este teniendo cada vez con mayor frecuencia, picos de stress, mareos y lipotimias.




Fcio. Varela, 12 de mayo de 2011

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