Columna de opinión
18F VERSUS 1M
Por Rodolfo José Bernat
Y llego el 1° de marzo, día en que
además de habilitar las sesiones legislativas 2015, la presidente Cristina
Fernández Vda. de Kirchner iba demostrar “para adentro y para afuera” quien
manda en el país. Tenía que quedar en
claro que la marcha convocada 10 días atrás por los fiscales para homenajear al
extinto fiscal Alberto Nisman y que
congregara en todo el país a 500.000 personas, no le provocaban preocupación a
la titular del Poder Ejecutivo.
Todo el aparato del Estado se movilizo el 1° de marzo, para
que el país y el mundo contemplaran el poder de convocatoria y movilización de
la presidente Cristina Fernández y para ello, no se escatimaron recursos para
lograrlo. Las líneas ferroviarias del San Martín, Mitre, Roca y Belgrano Sur,
funcionaron en forma gratuita el 1° de marzo último, para aquellas personas que
quisieran sumarse a la concentración en la Plaza de los Dos Congresos y asistir
al discurso de Cristina ante la Asamblea Legislativa.
Ya desde el sábado, se encontraban cortados los dos carriles
de la avenida Entre Ríos, para montar el importante escenario donde, además de
una pantalla gigante se realizaría el festival musical.
En los alrededores del Congreso, se pudo comprobar decenas de
ómnibus estacionados de diferentes líneas del conurbano bonaerense y de
escolares que desde los diferentes municipios de la Pcia. de Buenos Aires, que
rodean la CABA, trasladaron a los integrantes del kirchnerismo. Se pudo ver,
que el intendente de Quilmes, “Barba” Gutiérrez, instalo un puesto donde se
distribuía agua fría y caliente para quién la solicitara. También había puestos
que ofrecían a la concurrencia el consabido chori pan, hamburguesas, sanguches
de salame y queso, gaseosas y cervezas, cuyo valor oscilaba entre los 20 y 35
pesos.
La multitud lleno la plaza de los Dos Congresos y se extendió
por la Avenida de Mayo, hasta la Avenida 9 de Julio. En ese escenario, hizo su
aparición la presidente de la Nación Argentina, Cristina Fernández Vda. de
Kirchner, vitoreada por sus partidarios y aplaudida –como siempre- por la
“tropa propia”. Acallados los aplausos y luego de pasear la mirada por todo el
recinto y tras el anuncio de la locutora oficial, recordando que el acto se
transmitía en Cadena Nacional, la presidente dio comienzo a su discurso de tres
horas y cuarenta minutos, enumerando sus éxitos y logros políticos y
personales, los que la auto-elevan por encima del rango de presidente para ubicarla
en el de una Emperatriz, con todos o casi todos los poderes, para manejarlos a
su arbitrio, mientras el resto de los integrantes de su gobierno electos o
nominados, solo detentan el rango de “cortesanos”, a los que solo se les
permite el “si señora”, y cuando ya no son útiles , siguen el camino de los
Capitanich y los Manzur, solo para nombrar los más recientes.
Durante su exposición, la presidente anuncio la estatización
de los ferrocarriles que ella con su voto privatizo. Enumero obras a inaugurar,
algunas de las cuales fueron inauguradas más de una vez, defendió a rabiar los
acuerdos con la República Popular China, glorifico el modelo una vez más, alabo
el milagro que ella realizara y que le permite al pueblo consumir más
electricidad porque ahora pueden comprar “aires”, licuadoras, lavarropas,
heladeras, televisores, computadoras, etc. etc.; glorifico el estado de la
salud, la educación y la economía. Reto a quienes desde la oposición portaban
carteles sobre el caso AMIA, exigiendo se bajaran los mismos y declarando con
énfasis, que: “Nadie hizo tanto como ella en el caso AMIA dentro y fuera del
país en los foros internacionales… ¿para terminar ratificando la validez e
importancia del Memorándum firmado con Irán?. La presidente Fernández se olvido
de hablar del avance del narcotráfico en el país, de la corrupción estatal y
privada, de la inseguridad que hoy por hoy, alcanza niveles inimaginables, de
la persecución y aniquilamiento de los pueblos originarios, de la creciente
pobreza, de las muertes de niños en provincias argentinas por inanición, del descuido total de las
políticas de prevención para preservar el medio ambiente, del avance de
multinacionales en las economías principales de la Nación, de la desaparición
física de uno de los integrantes de los tres Poderes de la Nación, el fiscal
Alberto Nisman, de la movilización a nivel nacional e internacional del 18F,
etc., etc. y es comprensible que la señora, se olvidase de algunos asuntos que
a su ver, no tienen mayor gravitación en
el plano macro del país, a tal punto que después de 3,40 horas de hablar, se olvido de inaugurar el período
legislativo 2015 del Congreso Nacional.
En síntesis, la palabra y el silencio parecen tener dueños en
esta Argentina de hoy. Lejos quedaron el 18F y el 1M. Lo que no podrá ocultarse
es que el acto protagonizado por la presidente en el Congreso Nacional, no hizo
mas que reafirmar las diferencias que existieron entre los dos actos; mientras
el 18F fue una auto convocatoria de un importante segmento de la sociedad en su
conjunto, para reclamar justicia y prestar el homenaje al fiscal federal
Alberto Nisman, muerto por cumplir con las responsabilidades que su función, le
exigía, aunque ello representara denunciar a la presidente Cristina Fernández
Vda. de Kirchner y a otras figuras del Gobierno Nacional, ante sede judicial y
para reparar, el enorme error que el Estado Nacional y la titular del
Ejecutivo, cometieran al no declarar el “duelo nacional”, y no porque la
presidente fuera “ajena al hecho”, dado que días después opinaba sobre la
muerte del fiscal “que no era suicidio”, tampoco en ese momento reparo el error
cometido y fue así, que a partir de ese momento, Nisman se fue corporizando en
cada uno de los mas de 500 mil ciudadanos
que a lo largo y ancho del país y también en diferentes países del
mundo, decidieron marchar en silencio bajo una lluvia torrencial, para expresar
su dolor y consternación por este hecho que ya inevitablemente, ha entrado en
la historia como un magnicidio más.
Por eso es, que la única figura descollante del 18F, es el
Pueblo auto convocado. En cambio el 1M, que fue organizado y solventado, desde
y por el Estado Nacional, Provinciales y Municipales, tiene también un solo
protagonista; la presidente Cristina Fernández Vda. de Kirchner, quien desde la
Cadena Nacional y “para todas y todos” los habitantes del país, volvió a
alentar la división de los argentinos.
Nuestro país, como el mundo entero, esta marcado por fechas que
son claros exponentes de sucesos que ya
no se olvidaran. El atentado a la AMIA el 18 de julio de 1994, es el inicio de
este complicado “ajedrez” donde la “Muerte”, tiene un papel protagónico, donde
otro 18 pero esta vez de enero, 21 años después, se cobra violentamente otra
vida, la del fiscal de aquella causa Alberto Nisman. A esta muerte se la
intento “disfrazar” con diferentes características, pero no fue posible,
siempre hay alguien que toma la “posta” y reinicia el camino.
Ese “alguien” hoy tiene nombre y apellido, es la jueza
federal Sandra Arroyo Salgado, ex esposa de Alberto Nisman y madre de dos hijas
del fallecido fiscal, que nacieran de esa unión. La jueza Arroyo Salgado,
rápidamente y en representación de sus hijas, se constituyo en querellante,
armo un equipo de peritos, no solo de su confianza, sino también de prestigio
nacional e internacional.
El 5 de marzo último, La Dra. Sandra Arroyo Salgado,
utilizando en recinto del Concejo Deliberante de San Isidro, presento ante los
convocados, “Las conclusiones” del informe. Al comenzar la lectura , la jueza
Arroyo Salgado, aclaro que esa misma mañana el documento con “Las conclusiones,
fue presentado en el expediente que tramitan la fiscal Viviana Fein y la jueza
Fabiana Palmaghini. En el documento se descarta la hipótesis de “suicidio” para
dar paso al de “homicidio”. Las afirmaciones de Arroyo Salgado son terminantes:
“ALBERTO NISMAN NO SE SUICIDO, A ALBERTO NISMAN LO MATARON”. Es preciso
recordar que la familia querellante, desde un primer momento hablo de homicidio
y no de suicidio, hoy esa posición “se encuentra avalada con rigor científico”.
De “Las conclusiones” surge que: “NO HUBO ESPASMO CADAVÉRICO” en la mano
derecha de Nisman, ya que “EL AGONIZO, Y ESTO ES INCOMPATIBLE CON LA APARICIÓN
DE ESTE SIGNO”. Prosiguiendo la lectura del informe, Arroyo Salgado manifestó:
que la autopsia oficial señala que “el cuerpo presentaba un espasmo cadavérico
en la mano derecha” lo que evidenciaría la “forma suicida de la muerte”. De
esta forma, el informe de los peritos de parte desmienten la autopsia oficial.”
Siguiendo con su exposición, Arroyo Salgado, agrego: “ESE
SIGNO NO EXISTIÓ. NO HUBO ESPASMO CADAVÉRICO, PORQUE HUBO AGONÍA. LA AGONÍA ES INCOMPATIBLE CON LA APARICIÓN DE ESTE SIGNO. ALBERTO NISMAN TUVO AGONÍA LO QUE
ESTA OBJETIVAMENTE DEMOSTRADO POR EL IMPORTANTE TORRENTE DE SANGRE QUE SE VE EN
LA FILMACIÓN DEL LUGAR DEL HECHO.”
Es evidente y de público conocimiento, que desde el mismo
momento que se anuncio la muerte del fiscal Nisman, se viene “embarrando la
cancha” desde diferentes sectores y esto lo hemos vivido y sufrido con
diferentes casos judiciales donde existen “intocables”. La diferencia de estos
con el caso Nisman es que los ciudadanos de este país no aceptan ya más, la
falta de justicia.
Fcio. Varela, 08/03/2015.-
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