Columna de opinión
“LA RESPONSABILIDAD”
Por Rodolfo José Bernat
La decadencia política que se viene acentuando, desde el mismo momento
en que nuestro país volvió a tener un presidente democrático, Raúl Alfonsín, el
10 de diciembre de 1983, paulatinamente se fue incrementando hasta nuestros
días, a tal punto de que la pregunta surge naturalmente ¿Se puede negar la
irresponsabilidad que nos rodea?
En aquella “vuelta a la democracia”, mucho se hablo en todos
los ámbitos, de la necesidad de que los “responsables del quiebre de la
Democracia en 1976, fueran imputados para que la Justicia determinara su grado
de responsabilidad, en los sucesos acaecidos en todo aquel período”. Sin
embargo la aurora democrática, muy pronto se vio ensombrecida por las
ambivalencias de un gobierno, que solamente señalo como “responsables” solo a
algunos de los actores del drama que sufrió la Argentina entre 1976 y 1983. Y
para justificar esa ambivalencia, el nuevo gobierno invento la “TEORÍA DE LOS DOS DEMONIOS”, los que
quebraron la democracia a sangre y fuego y los que se alzaron en armas para
defenderla, fueron colocados en un mismo pie de igualdad, y por ende, de las
mismas responsabilidades ante la Justicia Federal.
Aquel que con el paso de los días, fuera convirtiéndose en el
proceso más importante a nivel internacional, por llevar a la justicia en América
Latina por vez primera a una dictadura militar, con la acusación de ser
responsables de “crímenes de lesa humanidad”. Pero a su vez, nadie comprendía
tampoco, como se colocaba en el mismo “paquete” a quienes se atrevieron a
enfrentarla. Esto dejo al descubierto serias lagunas, al no involucrar en la
acusación a diferentes sectores de la sociedad, que desde la política, el
empresariado, asociaciones profesionales e incluso sectores de la cultura y del
sindicalismo, alentaron el golpe militar.
El gobierno de Alfonsín, pasó con más penas que gloria y se
fue agotando rápidamente jaqueado por huelgas sindicales, devaluación
monetaria, planteos de militares “cara-pintadas”, el creciente descontento
popular y la implantación de las cajas “PAN” (Plan Alimentario Nacional) que se
implemento para atemperar la desastrosa política económica del radicalismo. La
entrega anticipada al ganador de las elecciones de 1989, Carlos Menem, fue el broche de oro con el cual el
radicalismo se “escapo” del gobierno.
El “Turco” Carlos
Menem, como se lo conocía popularmente, puso en práctica una serie de medidas
de emergencia que nadie podía criticar, ante el “descalabro económico-social”
recibido de parte de su antecesor. Es
durante el gobierno de Menem, que las palabras “responsables y
responsabilidad”, desaparecieron de los diccionarios que consultaba el poder y
en cambio el “todo vale” tuvo “vía libre”.
Es así que Carlos Saúl, decide transformarse en el gran
“pacificador” de la Argentina y decreta un indulto presidencial que alcanza a
los militares golpistas y a los militantes del campo popular. Tampoco tiene
ningún empacho en especular con la historia nacional y terminar con un decreto
con el “anti-rosismo” que aunque débil,
aún persistía en algunos sectores de la sociedad. Para ello monto un escenario
sin precedentes, para repatriar los restos mortales del que fuera el
Restaurador de las Leyes, Brigadier General don Juan Manuel de Rosas, que desde
1877 descansaban en el cementerio católico de Southampton, Inglaterra y son
depositados 1° de octubre de 1989, en el cementerio de la Recoleta.
Se puede afirmar que los 90’, se distinguen de las épocas
anteriores por el “festín de corrupción” que lentamente va tomando posesión, de
los diferentes estamentos del Estado Nacional y de los Provinciales,
protagonizadas por las figuras más relevantes
de la época menemista, muchos de
los cuales aún están en importantes cargos políticos y para poner un ejemplo
Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, Pcia. de Santa Cruz... Es una
especie de “tiempo de revancha”, se
cometen todo tipo de ilícitos, sin que la oposición ni el oficialismo,
encontrara “responsables” sobre situaciones escandalosas, que tomaran estado público a
través de la prensa. Es la fiesta de la “pizza con champan”. En aquel entonces,
a más de tener una Justicia con los ojos vendados, es también sorda y muda a
los reclamos populares. ¿Se acuerdan? 1
dólar = 1 peso.
Es durante ese período que se suceden en Buenos Aires, los
dos atentados más violentos de la historia argentina: 17 de marzo de 1992,
Embajada de Israel, 29 muertos y 242 heridos; 18 de julio de 1994. AMIA, 86
muertos y 300 heridos, hasta hoy sin responsables. . Pero no paran allí los
hechos de violencia, el 31 de octubre de 1995, volaba por los aires, la Fabrica
Militar de Rio Tercero, Córdoba, con el trágico saldo de 7 muertos, 300 heridos
y 10.000 pobladores evacuados. Hasta hoy, no se han encontrado responsables, a
pesar de haber transcurrido “solo” 19 años. El 15 de marzo de 1995, conduciendo
un helicóptero, junto a su amigo, el corredor de automovilismo Silvio Oltra,
cuando sobrevolaba San Nicolás de los Arroyos, provincia de Buenos Aires, Carlos
Menem Jr, sufre un “extraño accidente” mediante el cual la nave se precipita a
tierra, falleciendo Oltra, mientras Carlos Menem Jr. tenía signos vitales, pero
luego no resistió a las heridas falleciendo ¿Asesinato o accidente? Desde hace
años su madre, Zulema Yoma, viene denunciando que su hijo fue asesinado. Su ex
–esposo el Pte. Carlos Menem, en principio no compartía esa tesis. Sin embargo
desde hace ya unos años, no solamente se ha sumado a las denuncias de Zulema, sino que también se a
presentado en el expediente como querellante. Cada vez son más las precisiones
que afirman que fue un atentado seguido de muerte. La lista que sigue a
continuación, tiene relación directa con las muertes de Menem-Oltra: 18 de
abril de 1995, Lorenzo Epifiano Siri, es atropellado y muerto por un Fiat 147.
26 de septiembre de 1995, Miguel Luckov es asesinado. 28 de septiembre de 1995,
Ángel Daniel Antakle es asesinado. Felix Bonadera, muerte dudosa. Héctor
Bassino, asesinado en Bernal. Hugo Sanchez Trotta, asesinado. Antonio Sanchez
Trotta, asesinado. Emilio Eduardo Mancini, asesinado. Jorge Artoni, intento de
asesinato. Hugo Raúl Bocolino, asesinado. Carlos Santander, asesinado. Dr.
Pedro Martinez, asesinado. Rodolfo Cortese, muerte dudosa. La Justicia no pudo
determinar responsables, por lo cual no hay detenidos.
También en ese período fue el escándalo del tráfico de armas
a Ecuador y Croacia. Tampoco en este caso hay responsables.
Lo que vino después, fue la prueba más categórica de la
lenta, pero inexorable atomización de la sociedad: la Banelco, el corralito de
Cavallo, los saqueos de supermercados y los rumores de asaltos y tomas de casa
por parte de habitantes de Fuerte Apache, que mantuvieron en vilo a la
ciudadanía e incluso llego a armarse con distintos elementos y formar grupos de
autodefensa pasando la noche en vigilia, para repeler cualquier ataque. Desde
diferentes sectores las denuncias fueron terminantes en señalar al Gobernador
de la provincia de Buenos Aires, Carlos
Ruckauf, como responsable y generador de la situación. El 19 y 20 de diciembre de
2001, en la plaza de Mayo, estando en vigor el Estado de Sitio decretado por De
la Rua el día 19, la Policía Federal reprime violentamente a manifestantes que protestan en el lugar, junto a las Madres de Plaza de Mayo. El 20 de
diciembre, se contabilizaron 39 muertos en diferentes puntos de país por la
protesta contra el gobierno. Superado el Presidente, firma su renuncia y se
aleja de la Rosada en helicóptero.
La marea de gente seguía creciendo, lo mismo que su rabia.
Las cacerolas se hacían escuchar en todo
Buenos Aires y diferentes puntos del interior.
Las palabras de orden era: “QUE SE VAYAN TODOS”. Mientras que la clase
política, sorda a los gritos de rabia,
indignación popular y reclamos del
pueblo, se jugaban como en una “timba” quien se quedaría con el gobierno… Ramón
Puerta, Adolfo Rodriguez Saa, Eduardo Camaño y al final, los dados
“favorecieron” a Eduardo Duhalde como Presidente de la Nación. La Asamblea
Legislativa, como un gran circo romano, ratifico su mandato hasta 2003.
El ¡QUE SE VAYAN
TODOS! A estas alturas, dejo de ser una palabra de orden, para convertirse en
un clamor que traspaso las fronteras de la República. Pero la codicia política
pudo más que el justo reclamo popular.
Después, todo termino con el candidato de Duhalde, Néstor
Kirchner presidente con el 22% de los
votos, sin segunda vuelta por renuncia del ganador de la primera, Carlos Saúl
Menem.
Las diferentes responsabilidades, de la
familia, del Estado, de la Justicia, etc., son las columnas que deben sostener
a la sociedad. La de la familia, cedula principal de la sociedad esta en manos
del Pueblo, las demás columnas en manos del Estado, junto con todas las
instituciones que lo componen, por último la Justicia es la última columna y a
ella le compete vigilar permanentemente, de que los responsables y las
responsabilidades se cumplan a rajatabla, porque su peor enemigo es la
impunidad, que traducido significa “el arma del delincuente”. Solo desarmando a
la delincuencia en sus distintas formas,
tendremos la garantía de que una auténtica Democracia funcione. Cuando se
pierden los valores, que las responsabilidades garantizan, es la alarma que nos
anuncia… lo peor, la disolución nacional.
Fcio. Varela, 05/10/2014.-
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