viernes, 23 de marzo de 2012

¿MEMORIA Y JUSTICIA? por Rodolfo José Bernat

El próximo sábado 24, se conmemora un nuevo aniversario de la instalación en nuestro país, del tenebroso “Proceso de Reorganización Nacional”, que llevara a grandes sectores de Argentina, por lo menos, a mirar para otro lado mientras la democracia conseguida con tanto sufrimientos y sacrificios solo tres años antes, era demolida ante una indiferencia, casi, generalizada. Pocos días después, se conmemora otra fecha también trágica para nuestra Patria, la Guerra de Malvinas. Estos dos hechos que muchos miles de miles, de nosotros conocemos por haberlos sufrido en carne propia y no por haberlo conocido a través de retocados escritos donde se publican algunas verdades y se ignoran muchísimas más, me llevo a traer hasta ustedes un pasaje de mi libro aún inédito, “Diario de un exiliado”. ………………………………………………………………………………………………………… “Fue en ese año, 1982, cuando la dictadura militar Argentina, encabezada en aquel momento como Presidente por el General Fortunato Galtieri, nos embarcaba en una guerra “Kamikaze”, que si bien fue y es una legítima aspiración del pueblo Argentino, el recuperar el territorio y la soberanía de nuestras Islas Malvinas, la maniobra de tomarlas no fue más que un golpe de efecto, tendiente a permitir la continuidad del régimen militar ya agotado en aquel momento y cuyo precio fue pagado una vez más, con la sangre de jóvenes argentinos obligados a participar de una guerra sin sentido y perdida antes de que sonara el primer tiro, en un conflicto bélico provocado por un régimen militar genocida y antidemocrático. A pesar de ello, la solidaridad del pueblo brasilero no se hizo esperar y no fueron pocos los jóvenes brasileros que al igual que en el resto de los países latinoamericanos, se ofrecieron para colaborar en la recuperación de esa parte de nuestra Argentina. Solidaridad, lógicamente rechazada torpemente, por el Gobierno militar de Galtieri. La vergonzosa rendición en Malvinas y el dolor de comprobar que muchísimos jóvenes que recién comenzaban a vivir nunca más volverían y que otros tantos que habían podido salvar sus cuerpos, pero no así sus mentes por los horrores pasados en ese infierno, fueron una afrenta más infligida al pueblo de la Nación provocada por la ambición de poder de un grupo demencial que avergonzó y avergüenzan a las Fuerzas que decían representar. La derrota militar sin embargo, no terminó con la dictadura, ni las fuerzas políticas supieron colocarse a la altura de los reclamos populares que exigían que el régimen militar, se retirase inmediatamente del gobierno y respondiese ante el pueblo de la Nación, por la aventura militarista que le costara a nuestra Nación, el derrame de más sangre inocente de sus hijos. En cambio, las cúpulas políticas negociaron una “transición” y que otro general procesista, el general Reinaldo Bignone, se hiciera cargo desde la presidencia de la Nación, de llevar a cabo la última etapa de esta tragedia, que se iniciara el 24 de marzo de 1976. Fue el último presidente del Proceso Militar, quién convoco a los partidos políticos a elecciones generales “garantizadas por ellos y convalidadas por una suerte de Corte Suprema propia” El 30 de octubre de 1983, el doctor Raúl Alfonsín, logra para la Unión Cívica Radical, el triunfo en las elecciones y la primera magistratura del país. El 10 de diciembre de 1983, asume el doctor Alfonsín como Primer Mandatario de la Nación, reinstalando la Democracia perdida en1976 y el día 13 del mismo mes y año, solamente tres días después de asumir, desata una “caza de brujas”, imponiendo una teoría descabellada y falaz, por la cual se igualan a victimarios y víctimas y que se bautizaría como “TEORIA DE LOS DOS DEMONIOS” por la cual se establecía que lo sucedido En Argentina a partir de 1976, se limito al enfrentamiento de las Fuerzas Armadas con “minoritarios grupos subversivos”, mientras La gran mayoría del pueblo argentino fue totalmente “neutral”. Esta actitud del debutante gobierno radical, no solo sorprendió a los gobiernos democráticos del mundo, sino que tuvo manifestaciones públicas de repudio encabezadas por prestigiosos líderes políticos e intelectuales europeos y latinoamericanos, ante la “sordera”, que atacara al nuevo gobierno de la UCR. El 20 de diciembre regresan legalmente al país, después de un prolongado exilio en Europa, los doctores Raúl Oscar Bidegaín, ex-gobernador de la provincia de Buenos Aires y el doctor Ricardo Obregón Cano, exgobernador de la provincia de Córdoba. Este último es detenido en el aeropuerto de Ezeiza, apenas pisa territorio argentino, mientras que el doctor Bidegain a quien se deja libre en un primer momento, debe horas después, ocultarse y salir en forma clandestina del país, para evitar la prisión que también se pedía para el.” Los Jueces del Proceso cumplían diligentemente las ordenes emanadas de los nuevos ocupantes de la Casa Rosada, una vez más se reiniciaba la persecución de aquellos que se opusieron, no con poses, sino con hechos concretos a la dictadura militar. Fueron más de 700 compañeros, los que en las nuevas listas del gobierno democrático, tenían orden de prisión si intentaban regresar a la Patria.” …………………………………………………………………………………………………………… Hasta aquí lo relatado en mi libro, sobre parte de esos hechos, y la pregunta clave tal vez sería ¿Qué es lo que hicieron todos los “patriotas” que hoy desde sus diferentes puestos dentro del Poder no pueden negar los hechos? Porque si hoy se suman al justo reclamo de “MEMORIA Y JUSTICIA” no deben ignorar que este reclamo es retroactivo a 1976, por lo cual es tan necesario para salud de la Nación, que sean ellos mismos los que aclaren que hacían y donde estaban cuando comenzó esta historia. De este último pedido están eximidos los integrantes de La Cámpora, a quienes por la edad que tienen, no les alcanza este reclamo. Aunque no están exentos de otros, que si les cabe. Fcio. Varela, 22 de marzo de 2012.

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