martes, 18 de marzo de 2014

EFEMERIDES


Columna de opinión EFEMERIDES Por Rodolfo José Bernat La semana pasada, hemos tenido dos efemérides, que gravitaron y gravitan, en nuestra historia como Nación. El 11 de marzo de 1973, marco el final de la etapa de gobiernos de facto y otros, con muy leves aureolas de gobiernos democráticos, como el del Dr. Arturo Frondizi y el posterior del Dr. Arturo Illia. Reitero lo de “aureolas”, porque ninguno de los dos gobiernos, pudo terminar su mandato constitucional. Aquella parte de la historia política y social de nuestra Patria, se da por el derrocamiento del gobierno democrático del Gral. Juan Domingo Perón, quien a partir de la revolución de 1943, comenzó a gravitar, en la política argentina. A partir de 1946, las urnas mediante elecciones generales, consagraron a Perón, Presidente de la Nación Argentina y lo fue, en forma ininterrumpida hasta el 16 de setiembre de 1956, en que sectores facciosos de la Marina y el Ejército protagonizaran una insurrección militar contra el gobierno constituido. El epicentro de este levantamiento, estuvo en Córdoba y fue liderada por el Gral. De División Eduardo Lonardi. Ya en junio de aquel mismo año, la Marina, acompañada por pequeños grupos del Ejercito, intentaron dar un golpe de Estado, encubierto bajo la excusa de realizar un homenaje “de desagravio a la bandera nacional”, con un desfile aéreo con aviones Gloster Meteor desarmados, pertenecientes a la Armada Nacional. Ya sobre la Plaza de Mayo, los aviones comenzaron a descargar gran cantidad de bombas sobre la plaza y la sede del Gobierno Nacional, fue una masacre con cientos de muertos y heridos y posiblemente, el primer bombardeo aéreo a una ciudad abierta. El golpe fracaso y Perón recibió, la rendición incondicional de los sediciosos. Tres meses más tarde, con el Gral. Lonardi a la cabeza se dio el segundo intento de golpe de estado, esta vez con éxito, aunque se debe agregar, que el Ejercito que mayoritariamente se declarara leal al gobierno encabezado por Perón, cuando las divisiones enviadas a sofocar los focos sediciosos, llegaban a Córdoba, parlamentaban con los insurrectos y cambiaban de bando. Perón, ante la traición de sus generales, la apatía de la C.G.T. y la indiferencia de sus partidarios, renuncio dejando el gobierno en las manos del Jefe del Ejército, Gral. Franklin Lucero. Obtenido por parte del gobierno paraguayo, la aceptación a su pedido de asilo político, se embarco en una cañonera de aquel país, rumbo a su exilio, el que duraría 18 años. No pudo ni antes ni después, imponerle al pueblo trabajador un peronismo sin Perón. Los fusilamientos en los basurales de José León Suarez, el posterior del Gral. Juan José Valle, la primera resistencia peronista, las acciones individuales o de grupo de sabotaje, atentados contra diferentes empresas, inclusive la de electricidad Ítalo y otras, con la aprobación y bendición del Gral. Exiliado, fueron construyendo el nuevo poder del peronismo, que conto a su tiempo con cuatro hechos decisorios antes del definitivo regreso del Gral. Perón a la Patria. El primero fue; el 18 de marzo de 1962, donde en las elecciones convocadas por el gobierno de Arturo Frondizi, el peronismo representado por la Unión Popular, cuya formula para la gobernación de la Pcia. de Buenos Aires fue FRAMINI-ANGLADA y el lema de toda la campaña fue “VOTE Y VUELVE” y que se alzo con el triunfo electoral. Esto motivo, el golpe militar que derroco a Frondizi y anulo las elecciones legítimamente realizadas. El segundo hecho se dio, el 2 de diciembre de 1964, cuando Perón embarco en España en un avión que lo traería a la Argentina, previa escala en Rio de Janeiro. Cuando el avión realizo la escala técnica en Rio de Janeiro, el gobierno de Brasil le comunico que no se le permitiría seguir á Argentina ni permanecer en territorio brasilero, debiendo regresar obligatoriamente al punto de partida. Sin embargo el intento de regreso frustrado de Perón, provoco en Argentina un nuevo “fenómeno” en el peronismo el mirar el cielo buscando la llegada del “AVION NEGRO”. El tercero fue la carta que Perón le enviara desde Madrid a la Juventud Peronista, en agosto de 1972 y el cuarto y definitivo fue el arribo de Perón a la Argentina, doblándole el “brazo” al Gral. Lanusse y demostrándole al gobierno militar que a el “LE DABA EL CUERO” y por fin el 11 de marzo de 1973, bajo la proclama creada por la JP, “CAMPORA AL GOBIERNO, PERON AL PODER”, se cerraba el ciclo que durante 18 años proscribiera a Perón y al peronismo. El otro hecho trascendental para nuestro país y el mundo, se dio el 13 de marzo de 2013, Cuando desde la Ciudad del Vaticano, en Roma, siendo las 15 hora argentina, desde la chimenea de la Capilla Sixtina y ante una Plaza de San Pedro colmada, apareció el tan ansiado humo blanco, que es la señal de que la Iglesia cuenta con un nuevo Pastor. Pero si este hecho de por si era importante, lo fue mucho mas cuando se anuncio, que el nuevo Papa, era latinoamericano y mucho mas aun, cuando trascendió el nombre del cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, que con el nombre de Francisco era, el Papa 266, de la Iglesia Catolica. Nadie creía hasta aquel momento, que algo asi pudiera estar sucediendo y en nuestro país, ante la confirmación de la noticia la población entro en un estado de jubilo indescriptible. No era para menos, un argentino, un compatriota, conducía desde aquel momento el gobierno de la Iglesia Catolica Mundial. Pero recién comenzaban en aquel momento las sorpresas; porque desde el mismo momento d la unción como Papa de toda la grey Catolica Mundial, el Papa Francisco, no renuncio tan solo al lujoso vestuario y corona papal, lo hizo también a las lujosas dependencia del Papa en el Vaticano, decidió desde un principio llevar adelante una política que mostrara al mundo la actualización y renovación de la Iglesia, teniendo como opción principal, a los sufrientes, los pobres y los desposeídos. Alguien dijo que en este primer año de papado, “Francisco puso a la Curia al borde del infarto” y esta no solo fue una frase acertada, es una realidad que el Papa Francisco se encarga de demostrar con su ejemplo en forma permanente, su humildad y su contacto con la gente sin intermediarios, rompiendo todas las reglas del protocolo, le han valido no solo el respeto, sino también de todas las personas que creyentes o no, ya vislumbran en el, al renovador de la Iglesia Mundial que como Jesuita, le corresponde. Sintetizando respetuosamente; es un “revolucionario espiritual” que ha conseguido ya con su ejemplo y actitudes, ganar y recuperar fieles en todo el orbe para la Iglesia Catolica, que desde hace años venia siendo acusada de haber dejado de ser, por variadas razones, la Iglesia de Cristo. Sus actitudes claras y espontaneas, sus gestos y acciones de austeridad y sencillez, su rechazo a la “pompa” a la cual su jerarquía tiene derecho, asombran, sorprenden y deslumbran a cientos de millones de mujeres y hombres, de todas las condiciones sociales y es muy posible que muchos mandatarios imiten su ejemplo en beneficio de sus pueblos. El Papa Francisco le muestra al mundo, que no es un Ser Divino, sino que sigue siendo el hombre de Fe que sigue soñando y luchando por la redención del Ser humano, y esa es su máxima tarea, para la cual no escatimara esfuerzos para lograrlo. Su “RECEN POR MI”, no es solo un pedido, es la energía que El necesita para llevar adelante y con exitosa su tarea pastoral. ¡DIOS LO ACOMPAÑE! Fcio. Varela, 16 de marzo de 2014.-

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