lunes, 17 de junio de 2013

Uno... el despotismo, la corrupción y la mentira


Columna de opinión UNO… EL DESPOTISMO, LA CORRUPCION Y LA MENTIRA Por Rodolfo José Bernat Uno es un ciudadano más de esta República que tiene como uno de sus pilares más valiosos, algo que lleva por nombre “Constitución de la Nación Argentina”, hoy en la práctica muy devaluada por las imposiciones del gobierno nacional, sus “socios” provinciales y sus agentes municipales. Pero UNO que vivió bajo el imperio de varias dictaduras militares, siempre alentaba la ilusión, que cuando el Pueblo recuperara la Democracia, los artículos 14, 14 bis, 15, 16, 17, 18 y 19 de nuestra Carta Magna, volverían a brillar sobre el territorio Patrio iluminando a todos los habitantes de este suelo. Lamentablemente no fue así. Los intereses personales y de grupo de una pequeña minoría, embarcaron a todo el Pueblo de la República en una nave que nos llevo con escalas, al despotismo, pero no fue a través de un golpe de Estado más, fue sutilmente preparado para poder llegar a esa situación a partir de uno de los elementos que debía ser la voz de la expresión popular, las urnas electorales y allí se comenzó a tejer la trampa que desemboco en la realidad que hoy vivimos. Poco a poco, se fueron desmoronando la conciencia e historia de los diferentes partidos políticos y las ideas y propuestas pasaron a “capitalizarse” de diversas maneras; con dinero, prebendas, “favores”, impunidad, etc., o sea, lo que hoy popularmente conocemos como corrupción, ese cáncer que se instaló en el cuerpo social de la República no respetando ningún espacio, público o privado, que ha llevado a la Nación y a sus gobernantes a un estado de descrédito tan grande, que ya ni siquiera las acusaciones públicas que se realizan desde distintos sectores, son tomados en cuenta. Horroriza el comprobar que no solo se esta saqueando el País, con el consecuente perjuicio para el hoy y el mañana de la República, sino que desde el Poder se alimenta todo tipo de esquema que lleva como objeto querer concientizar al Pueblo de que la corrupción “no es tan mala” o que “es un mal menor necesario” para la actual sociedad y para seguir preservando su actual impunidad se avanzan con leyes sacadas de la galera del mago, como la Ley antiterrorista o la de “Democratización de la Justicia” sin impórtales la ola de protestas que las mismas levantan en todo el País. El Gobierno y sus “instituciones” se han convertido en un mercado persa donde todo se compra, negocia o se vende. Desde influencias, concesiones, cargos oficiales, hasta inseguridad, trata de blancas o tráfico de drogas. La que hasta ayer –hablando en términos históricos- supo ser “el granero del mundo”, hoy se ha convertido en un país que al no tener la actividad productiva del pasado debe subsidiar a enorme legiones de personas que desde hace años ya, viven de los favores del Estado que prefiere subsidiarlos sin que trabajen, desviando el dinero que aseguraría el bienestar de los argentinos y que podría utilizarse para crear masivamente fuentes de trabajo en un país, que tiene casi el 50% de su territorio improductivo. Pero no es casualidad de que sea así, es esta la negación más absoluta del Art. 15 de la Constitución Nacional. Son los “nuevos esclavos” que están a disposición del Poder, para movilizarse –cuando se les exige- a actos, convocatorias, encuentros o festivales oficiales, bajo la “sutil amenaza” de que de no hacerlo “podrían llegar a perder los planes”. Claro, todo esto no resiste el menor análisis y allí entonces es donde aparece la mentira, que a partir de los “personajes” de turno, por lógica bien remunerados, son los encargados a través de otras “facilidades”, el de contar con un aparato de prensa “independiente” pero mantenido generosamente por el Estado, en transformar las verdades en “simples calumnias” y las mentiras en “verdades reveladas”, aunque con ello tengan que convertirse en modernos mercenarios. Todo se agota y el Pueblo que es manso pero no estúpido, va despertando de su letargo y sus voces crecientes, van resonando a lo largo y ancho del país, cada día con mayor fuerza y firmeza. Ya ven con claridad, de donde provienen sus dificultades y carencias, por eso ya no se cuidan y las denuncian públicamente y si se cuidan en cambio, de esa clase política que quiere sacar partido de la actual situación, buscando ser los sucesores de los que están… cambiar para que nada cambie. Y UNO que ve que la que fuera “Reina del Plata” se convirtió en un inmenso basural moral y material, comienza a acariciar la idea de que la Patria existe, solo hay que recuperarla.- Fcio. Varela, 12 de junio de 2013.-

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